Hay días que sale el Sol...
pero los problemas siguen ahí,
como una tormenta, negros:
mis pequeños problemas, pequeños,
y los problemas del mundo, inmensos.
Y yo sigo,
con mis manos desnudas
y mi mente pequeña,
sin saber cómo resolverlos.
Pero hay días que sale el Sol...
y todo duele un poco menos.
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3 comentarios:
En una de las etapas más chungas de mi vida, alguien me dijo:
- Merchita, no te preocupes, al final siempre sale el sol...
Y es verdad, y todo toma otro color y me siento afortunada simplemente por poder verlo...
Sora, qué bonito me escribes.
Mil besos, un aprechón.
Merchita
Sí, hay días en que, tanto lo propio como lo ajeno, todo duele un poco menos...
Posiblemente esos días son los días en los que sonreimos un poco más...
Un beso
Hooombreee, han vuelto los poemas a este blog, qué bien!!!
No es por meter presión, más que nada porque es una decisión tuya y solo tuya, pero ya podrías empezar el cuaderno "from Candem Town"
Oihane :D
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