esa otra que soy yoesa otra que soy yo

29/7/09

tres días [mis cosas / viajes]

Me muevo en la delgada línea entre los nervios, el cansancio, la incertidumbre, el miedo y la espectación. Tres días y comenzará mi viaje a Bolivia. Tres días y muchas cosas quedarán atrás. Tres días y muchas otras cosas nuevas comenzarán... Tres días, y el vértigo, los nervios, la duda, instalados en la boca de mi estómago. Tres días... Y todo lo que queda por venir...

18/7/09

metamorfosis [ficciones]

Empezó como una simple preferencia. Prefería el calor al frío. El Sol a la Luna. El verano al invierno. Más tarde, la preferencia empezó a convertirse en una pequeña manía. Siempre se sentaba con el Sol de frente. Siempre debía dejar abiertas las ventanas de casa cuando el día se presentaba soleado. Siempre tenía que cambiar de acera si por la que caminaba había sombra.

Con el paso del tiempo, la manía acabo por convertirse en una obsesión. Empezó a afectar a su carácter, a su forma de vida. Dejaba cualquier cosa, cualquier cosa que estuviese haciendo, por tenderse a sentir la caricia del Sol en su piel cada vez más morena. Sus cambios de humor eran demoledores: reía como un cascabel con el buen tiempo y una tormenta se desataba en su interior a la vez que los termómetros bajaban...

Perdió su trabajo. Su familia y los pocos amigos que le quedaban estaban cada vez más preocupados. Hasta que una mañana se presentaron en su apartamento dispuestos a hacerla entrar en razón, y no la encontraron. Dicen que emigró al Sur, aunque todos los que entraron esa mañana a su apartamento vieron escabullirse una lagartija por la terraza.

15/7/09

el verano, que no llega [mis cosas]

Sueño con veranos eternos.

Con tu mano aferrada a la mía mientras caminamos entre árboles. Quizá pase por nuestro lado una mariposa blanca, la primera del verano. Y tú rías. Y yo te bese los labios, las sienes, el rubor que dibuja en tus mejillas el verano...

O quizá estemos en la playa, sintiendo el frío del mar del norte en nuestros pies descalzos. Y tú me abraces porque tengo frio a pesar del verano. Y yo te bese los labios, las sienes, el rubor que dibuja en tus mejillas el verano...

O quizá estemos en casa en penumbra, resguardados de los excesos del calor, leyendo un libro tumbados en la cama, con las ventanas abiertas para que entre el aire. Y tú me cuentes algo sorprendente que ha pasado en tu libro o me leas una frase que te ha gustado. Y yo te bese los labios, las sienes, el rubor que dibuja en tus mejillas el verano...

Todo eso sueño, desde la oficina, donde todavía no ha llegado el verano.