esa otra que soy yoesa otra que soy yo

24/11/10

the show must go on [poemas]

Quiero regalarte alegrías cada mañana,
hacerte sonreír, evadirte de tus problemas,
borrar de tu frente las preocupaciones y las dudas,
y dejar que sólo entre el sol en nuestra cueva.

Quiero bastarte,
y no te alcanzo...
Y al fin me convierto yo también
en uno más de tus problemas.

Gira la vida en torno nuestro,
con sus desdichas,
con sus miserias,
con su cansancio
y con su pena.

Y nos alcanza, nos aprieta,
nos tortura, nos golpea.
Y la sonrisa es sólo maquillaje.
Y lloramos en silencio tras acabar la fiesta.

Pero seré feliz mientras lloremos juntos,
y seré para ti la paz tras la tormenta.

Te regalaré sonrisas cada mañana.
Si tú quieres,
encontraremos juntos, como siempre hacemos,
el camino entre la niebla.

23/11/10

don´t forget 1972 [ficciones]

Después llegaron todos los premios. Su vida pasó de pronto a estar al otro lado de la cámara, ese otro lado en el que no se sentía tan cómodo. Pero no supo cómo detener el destello de los flashes. El mundo entero aplaudía su foto. Su nombre estaría escrito ya por siempre en las páginas de la Historia... Y sin embargo, él cambiaría todo lo que era por que la Historia lo olvidase, por poder olvidar él mismo, por no ser él el que tuvo la suerte de estar en el lugar preciso en el instante preciso. Gracias a él y aquella instantánea la verdad corrió libre. Pero ahora... Ahora, cada noche, la instantánea volvía a cobrar vida en su cabeza. Tanto tiempo después...

18/11/10

pastillas contra el dolor ajeno [mis cosas]

Derrotada. Arrastro los pies a la salida del trabajo. Avanzo mirando sin ver cómo la lluvía rebota contra el suelo. Como una mala copia de mi misma. Sólo alguien que camina sobre mis tacones y bajo mi abrigo, que pregunta, y responde, y mira, y sonrie, y respira... y se siente agotada, frustada, vacía... Ese alguien que se me parece pero que no soy yo, sigue andando por inercia, por intuición, por instinto, porque en el fondo sabe que hay que seguir en movimiento...

Veo la luz verde de una farmacia. Decidido recurrir una vez más a la química. Y entro derrotada, arrastrando los pies, mirando al suelo, con mi pena. Y pido caramelos para el primer mundo. Placebo que me ayude a salir de mi agujero. Se lo pido a la dependienta ofreciéndole mi mejor máscara, la que tiene dibujada mi mayor sonrisa, como si eso de los aportes vitamínicos, los ansiolíticos o el ginseng no fueran conmigo...



Mientras ella busca mi felicidad en capsulas, yo recorro el mostrador con ojos cansados. Y lo veo. Una caja roja. Un logotipo conocido. Médicos sin fronteras. Pastillas contra el dolor ajeno. 1 euro. Mi mente se pone en funcionamiento. Me vienen a la memoria imágenes de Berlanga en sus últimos años, colaborando con una campaña a la que no terminé de prestar atención... Me acerco, cojo una caja, la miro, la leo y me estremezco al tiempo que la farmaceútica llega con mis pastillas. _Me llevo también esto_.




Llego a casa y saco las dos cajas de la bolsa. Me quedo con esa pequeña caja roja, saco el prospecto, lo leo. Y una vez más me estremezco. Una sonrisa se dibuja bajo mi máscara por primera vez en el día. Me rio de lo buena que es la campaña. Me rio de lo estúpida que soy. Me rio de vergüenza por haber llorado. Me rio por la otra caja que he sacado de la bolsa. Me rio por no llorar... otra vez. En esta ocasión por sentirme culpable de mi propia pena. Por participar en esta epidemia que parece recorrer nuestro acomodado primer mundo, en el que tenemos todo lo que necesitamos para sonreir, y aún así, lloramos. Amargamente.






Tenemos problemas... Claro que los tenemos... Nuestro dolor es real. Perdemos amigos, vemos morir a seres queridos, hacemos renuncias, nos dedicamos a trabajos que no nos llenan... No necesitamos medicinas... Necesitamos... Equilibrio. Perspectiva. Conciencia. Empatía. Para poder llorar nuestros pequeños dramas y seguir adelante. Para no olvidarnos de los otros, de los grandes dramas, de los reales, de los que de verdad son importantes. Quizá... Quizá si pensamos más en el dolor ajeno, se nos olvide de pronto el nuestro...



El anuncio: Luis García Berlanga - MSF Pastillas contra el dolor ajeno
La web:
Pastillas contra el dolor ajeno - Médicos sin fronteras

16/11/10

encerrada [ficciones]

La lluvia caía a intervalos. Cada vez que decidía vencer la pereza y salir a la calle, la lluvia volvía a arremeter con fuerza contra los cristales, frustrando cualquier plan de huída. Sucedía un día tras otro. Ya no recordaba desde cuándo. Estaba resultando demasiado largo aquel invierno.

De pronto una mañana, cuando abrió los ojos, el sol la estaba esperando. Resuelta, saltó de la cama, se puso la ropa y salió a la calle. Caminaba decidida. Sabía a dónde dirigir sus pasos.

Cuando el espejismo del sol desapareció y el invierno se descargó de nuevo en forma de aguacero, estaba preparada. Con sus nuevas botas de agua y su paraguas multicolor nunca más volvería a ver la vida desde el otro lado del cristal.

9/11/10

tópicos [poemas]

Sobrevivir contigo en las mañanas de resaca,
salir a flote después de la tormenta,
ordenar de nuevo los cajones tras el huracán
y volver a llenar de comida la nevera.

Arrancar otra hoja al calendario,
deshacer una vez más las maletas,
volver a oir nuestra canción
y acordarse a diario de regar las macetas.

Compartir la pasta de dientes,
pagar las facturas a tiempo,
sonreir al recordarnos
y jugar como si cada instante fuese eterno.

Hacer listas de la compra,
soñar viajes a mundos perdidos,
imaginar habitaciones de colores
y desayunar tarde los domingos.

Cumplir todos los tópicos,
todos,
e inventar alguno más,
siempre que sea contigo.