esa otra que soy yoesa otra que soy yo

28/11/12

lobos con piel de ciudadano [mi actualidad]

La noticia seleccionada y comentada para esta madrugada, a partir de las 01:00h en La Noche Despierta de Radio Euskadi.

Los funcionarios del Gobierno Vasco cobrarán la paga extra de Navidad

Mendia cree que la suspensión de la paga sería "injusta en el fondo y en la forma", aunque admite que el TC podría obligar a su devolución. El Gobierno de Rajoy estudia ya medidas contra el pago.

[Fuente: http://www.eitb.com/es/noticias/economia/detalle/993521/paga-extra-navidad-euskadi--los-funcionarios-vascos-cobraran]

Hay días, como hoy, que quiero hablar de todo y de nada. Es una mezcla de dulce narcótico mediático _noticia tras noticia, todas me parecen la misma_, de impotencia _soy sólo un grito en medio del desierto_, de hastío _el mundo parece el mismo lugar oscuro y sucio por más mareas blancas, verdes o multicolor que recorran las calles_ y por encima de todo y pese a todo, de ganas de contarle al mundo lo que pasa _aunque el mundo no se detenga a escucharlo_.

Y pasan muchas cosas. Tantas que cuesta elegir dónde poner el foco y con qué luz iluminarlo. Tantas que la elección es ya un sesgo. Podría hablar, por ejemplo, de que hoy Mediaset ha retirado la querella contra Pablo Herreros, lo que parece una buena noticia y a mi, sin embargo, me sigue oliendo a presión de las grandes marcas, de las grandes cadenas, y a miedo y adormecimiento ciudadano a partes iguales.

Pero no me detengo en esta noticia y sigo leyendo. Y me encuentro con una entrevista de ayer a Jordi Évole, que dice, entre otras muchas verdades que duelen como recortes sociales, que "la crisis está ayudando a crear una ciudadanía más crítica y consciente". Algo bueno tendríamos que sacar de todo esto. O no. Me dan ganas de hablar de si es verdad que estamos despertando como sociedad o somos sólo los mismos rojos trasnochados de siempre, que ahora con las redes sociales llegamos, o creemos llegar, más lejos… Pero sigo leyendo. Este tema me ilusiona igual que me deprime.

Un diputada del PP pidiendo perdón. Vaya, esto sí que es noticia_ me digo. Luego la leo completa y descubro el circo de siempre. Otra simpatizante de las políticas del “que les jodan”, otra iluminada de una clase social, no política, que es incapaz de ver desde su posición privilegiada lo mal que lo están pasando ciudadanos para los que deberían gobernar. De poco vale retractarse cuando el sentimiento original ya ha quedado retratado… Sigo leyendo.

Y me encuentro con otra “buena” noticia en mitad del desastre, otra margarita brotando en el gris del asfalto. Al parecer un promotor madrileño ha cedido 25 viviendas a desahuciados en Valencia. “Las familias podrán acceder a los pisos, totalmente nuevos tras dos años sin venderse, por un alquiler de 50 euros mensuales”. Y primero me alegro. Y luego, ese ciudadano rebuscado y taimado que todos llevamos dentro _o que nos han metido dentro_ busca la contra a la noticia. Y le pregunta al constructor que qué gana con ello. Y al resto de constructores les interpela que qué hacen ellos. Y a los bancos les grita que qué esperan ellos para hacer algo, si quizás a otro suicidio. Y al Gobierno, mi ciudadano descontento tras una noticia que le puso contento, le implora Justicia. Que legisle para las personas y no para los bancos. Que no acepte moratorias que sólo retrasan el problema. Que apruebe ya la dación en pago…

Y paro y salto a otra noticia, porque no quería volver a repetir el soliloquio de siempre. Y llego a la marea blanca, a cientos y cientos de profesionales de la sanidad y usuarios de la misma que han salido, salen y saldrán a la calle a luchar por un bien tan preciado como el de la sanidad pública, ante la decisión de Madrid de privatizar muchos de sus servicios. Y me podría poner yo también una bata blanca y recorrer las calles con ellos y gritar sus proclamas como una más, porque su causa también es mi causa. Y no entiendo como no la es de todo el mundo. Nos recortan derechos a diario y seguimos viendo la tele... Otro tema que sólo son bits corriendo por la pantalla. No me detengo.

Llego a zancadas y con el nivel de crispación rebasando los niveles recomendables por la OMS, a la noticia que es finalmente la que elijo para comentar en la radio: Los funcionarios del Gobierno Vasco cobrarán la paga extra de Navidad. La elijo porque para mí es una buena noticia. Y sé que para muchos no. Y porque tiene muchas lecturas.

Podemos hablar de cómo hacen política nuestros políticos, los que hemos elegido. Y cómo se ayudan cuando conviene, y cómo dejan el pastel en el horno y quemándose cuando no conviene. El Gobierno saliente de Patxi López, que no se ha caracterizado en estos años de legislatura por las grandes decisiones según mi punto de vista _¿Patxi López? ¿Quién es Patxi López y dónde ha estado, tras cambiar el mapa del tiempo?_, mete gol en el último minuto de partido. Deja contento a un sector con mucho peso como es el de los funcionarios, y siembra de minas el suelo que pisará el próximo Gobierno Vasco, que tendrá que lidiar con el Gobierno Central cuando recurra _que la recurrirá_ la norma.

Pero no quiero hablar de políticos, quiero hablar de ciudadanos. De lo curioso que me resulta que siendo todos ciudadanos de a pie _qué bonita metáfora, mejor nos podríamos llamar ciudadanos de a metro o de a autobús_, la polémica se dispara en cuanto se juntan funcionarios con los que no lo son. Y todo pasa a ser, en la mayor parte de los casos, una crítica atroz a los beneficios de los que gozan los funcionarios y lo mal que se vive en la empresa privada. Y en vez de querer los segundos equiparse a los primeros, lo que queremos es que sí, que les quiten las pagas y los moscosos, y hasta el derecho a respirar más que yo, pobre trabajador de la privada.

Se nos olvida que podemos luchar por mejorar nuestras condiciones sin que empeoren las de otros.

Se nos olvida que no sólo en la ventanilla vive el funcionario, y que nuestro médico de cabecera, la enfermera que nos hace las curas, el barrendero que nos saluda por las mañanas mientras chupa frío para arreglarnos las calles, la profesora que cuida de la educación de nuestros hijos, la señora de la limpieza de la residencia del abuelo... que cada trabajador honrado que se gana su sueldo prestándonos un servicio es también un funcionario, con un sueldo que no está para demasiados recortes.

Se nos olvida que quizá si algo falla, como por ejemplo, los cargos ocupados por incompetentes que ganaron una plaza por oposición en el mejor de los casos, podemos luchar para que cambie el sistema y se penalice o se sancione, con el despido en último término, a esas personas concretas, sin denostar a todo un colectivo.

Y se nos olvida, sobre todo, que antes que recortarnos entre nosotros, están las grandes fortunas y sus tributaciones al 1%, los cargos políticos que hace mucho tiempo que dejaron de estar al servicio del pueblo, la monarquía que vive de nuestro trabajo por la gracia de Dios y de un dictador al que algunos siguen haciendo homenajes _así estamos_... Somos tan mediocres que nos olvida quién es el verdadero enemigo. El lobo es un lobo para el hombre, dicen. Prefiero ser Caperucita y que me coman a convertirme en uno de ellos.

2 comentarios:

VVickedgame dijo...

Por Dios cásate conmigo ya!

Todo perfecto, incluso que los rojos creemos que hacemos más de lo que realmente hacemos :(

LW dijo...

No se si comentarte todo o parte de tu opinion, que como ultimamente ( diria que a veces me lees el pensamiento) comparto al cien por cien. Te olvidas, ( o quizas no sabias) que en Extremadura, su presidente autonomico, tambien ha tenido la misma idea, y que rapidamente un sr. llamado ministro de hacienda, se ha apresurado en decir que lo va a evitar, si o si. Es curioso que esta paga de navidad, establecida en tiempos dictatoriales, ahora, sus legitimos hijos la quieran eliminar. Paradojas de la vida. Y como punto final, aportar que el tema funcionarial me toca muy de cerca, ( no por mi)...podriamos hablar de los sueldos congelados, desde hace tiempo, o del salario recortado ( ademas de la congelacion), etc..etc..etc...que haber malos funcionarios, haberlos ailos...pero en igual proporcion que en la empresa privada.