esa otra que soy yoesa otra que soy yo

20/3/08

la despedida [ficciones]

El cuerpo pesaba demasiado. Cuando se decidió a deshacerse ella misma de él, nunca pensó que pesaría tanto, pero habían compartido demasiadas cosas juntos y debía ser ella la que acabase con aquello.
Cavar un hoyo de la suficiente profundidad tampoco fue tarea fácil. La tierra era más dura de lo que cabía pensar y la pala pesaba demasiado. Varias veces pensó en desistir, en salir huyendo o pedir ayuda, pero se convencía a si misma una y otra vez de que si había tenido el valor para llegar hasta allí, no debería faltarle ahora resolución para ponerle fin.
Cuando por fin hubo terminado, el Sol comenzaba a ocultarse en el horizonte y se sintió triste. Había querido ser fuerte y fría hasta el final, pero una vez allí, sola en medio de aquel campo, frente a ese montón de tierra que ahora era su tumba, se derrumbó.
No pudo contener por más tiempo las lágrimas y lloró, por fin, su pérdida. Lloró, lloró con fuerza, desconsoladamente, hasta que el agotamiento venció al dolor. Entonces buscó un palo y lo clavó con fuerza en la tierra, y tras engarzar en él su correa, se despidió para siempre del que hasta aquel día había sido su mejor amigo.

No hay comentarios: