Define bella. ¿Su contrario es fea? ¿O es bestia? En un mundo donde el culto al cuerpo, a los cánones, a la norma, nos define y encorseta, lo contrario a bella no es fea: es anulación, error, culpa, necesidad de cambio para encajar. Crema, maquillaje, dieta, cirugía, todo es válido para pasar por válidas. Si no lo eres, estás fuera de la sociedad. Eres la bestia. Y salvo que seas un hombre, nadie va a querer a una bestia.
Porque lo de ser bestia es cosa de hombres: Ellos sí pueden pasarse de peso, estar cubiertos de pelo, tener cicatrices de guerra, manejar lenguaje rudo, tratar con violencia, porque hay miedo y vulnerabilidad en su interior, y nosotras tenemos que hacer el esfuerzo de mirar dentro, de aceptarlos como son.
Nos han enseñado desde pequeñas a amar a la bestia. Ya es hora de que aprendamos a respetar a la nuestra.
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