esa otra que soy yoesa otra que soy yo

11/11/24

Taller colaborativo «Explorando el deseo» en La Sinsorga - Bilbao

¿Qué es el deseo para mí?
¿Y para la sociedad?
¿Coincide?
¿Y el placer?
Todo lo que deseo, ¿me da placer?
Y todo lo que me da placer, ¿lo deseo?

Son algunas de las preguntas sobre las que reflexionaremos (sin pretender darles una respuesta cerrada) en este taller colaborativo en el que usaremos la fotografía y la palabra como herramientas para reflexionar sobre lo que sucede con nuestros cuerpos en torno al placer y al deseo.

¿Para qué? Para ti, puede servir como un ejercicio de autoconocimiento. Para mí, como ayuda para conceptualizar mi proyecto fotográfico «Hedoné». Y para que disfrutemos todas, espero.

Si te resuena y quieres apuntarte, escríbeme: esaotra@esaotra.es. El taller es gratuito pero el aforo es limitado. Lo realizaremos en el maravillo espacio, kultugune feminista, de La sinsorga.

* Para garantizar que el taller sea un espacio seguro para todas las identidades, cualquier comportamiento inapropiado será moderado, pudiendo conllevar la expulsión del mismo.

8/11/24

«Los monstruos» en BBK Kuna - Bilbao

Me ha costado mucho _tiempo y gestión emocional_ atreverme a compartir «Los monstruos» y pensaba que, tras el pistoletazo de salida del Basque Dok Festival, la primera forma de hacerlo sería con un pequeño fotolibro... Pero la vida, a veces, te presenta oportunidades y, de pronto, te sorprendes a ti misma soñando a lo grande... En apenas dos semanas, y gracias al impecable trabajo del laboratorio barcelonés Visual Korner, esos grandes sueños son una realidad...

Del 15 de noviembre al 20 de diciembre, «Los monstruos» estará expuesto en la casa Kuna, un lugar emblemático de Bilbao, donde me hace mucha ilusión exponer. Porque lo haré, además, acompañada de mujeres a las que admiro: Las fotógrafas Tania Barrenetxea y Ainhoa Resano, y la artista gráfica Sara Prieto.

La exposición se abrirá con una visita conjunta, guiada por Tania y por mí, el próximo viernes 15 de noviembre, a las 18:00. Os espero, como siempre, entre la emoción y el miedo.





















Tras la visita guiada, habrá una mesa redonda con un plantel del fotógrafas magníficas, todo enmarcado en el Festival BAFFEST:

4/11/24

«Los monstruos» en Basque Dok Festival 2024

Ha pasado una semana desde que presenté «Los monstruos» en el Basque Dok Festival y aún no he conseguido procesarlo del todo... Lo recuerdo borroso como un sueño: Las conversaciones, las fotos, las emociones...

Llevo todo enmarañado dentro, pero una sensación destaca sobre el resto: Sobre el miedo, se eleva la alegría de compartir aquello que nos mueve, nuestras pasiones, lo que hace que la vida brille con más intensidad. 

Gracias a todas las personas bonitas que me sostuvisteis cuando yo no me creía capaz, antes, durante y después del Festival. Soy una mujer afortunada. Los monstruos dan menos miedo a vuestro lado.


14/6/24

«Los monstruos» en Caption Magazine

Aunque son fotografías con cierta oscuridad que me recuerdan algunas angustia vitales, «Los monstruos» me están dando muchas alegrías. Tras resultar ser el proyecto ganador en el BasqueDokFestival 2023, aparece publicado en el número 27 de Caption Magazine, de la mano de Blackkamera, una escuela que, también, sólo me ha dado alegrías. Y que siga.




15/2/24

Hedoné [fotografía]

Nos inculcaron el miedo. Nos enseñaron sin palabras que había algo oscuro, malvado, innombrable, en nuestro sexo, que había una amenaza siempre acechante en el hombre, en todos los hombres, también y sobre todo, en los de casa. Nuestro cuerpo era un tabú, algo que había que ocultar, que estaba mal, que desataba a la bestia, que engendraba el pecado. No había entendimiento ni espacio para encontrarlo, solo silencio y miedo y esa sensación de culpa pegada a la piel.

Mi sexualidad la han modelado el silencio y un miedo abstracto a simplemente, ser. Mi deseo se ha construido sobre la culpa. Por eso necesito desmontarlo, volver al principio, preguntarme todo de nuevo, nombrar lo que no se me permitió nombrar, validar la emoción, el impulso, la imagen que me devuelve el espejo. Y sobre todo experimentar, probar, encontrarme en otras, fallar, perdonarme. Y por fin, desearme libre.

«Hedoné» gira en torno al deseo y a cómo se construye, a los cuerpos y su diversidad, a las sensaciones que nos producen placer.


Un díptico de «Hedoné» será expuesto, un año más de forma virtual, en el marco de la LI Semana de Humanidades de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao.






2/2/24

«Los monstruos», primer premio en el BasqueDokFestival 2023

Reunido el jurado de la Revisión de Porfolios del Basquedokfestival 2023 - IV Edición, compuesto por:

ha decidido que las/os ganadores de la IV Edición del BasqueDokFestival son:

Primer lugar:
ASUNTZI MARTINEZ EZKETA · «Los Monstruos»

Exposición financiada por Visual Korner + catálogo/presentación en BDF 2024.

Segundo lugar:
JOEL P. RAMIREZ · «Permanencia» 
Cámara Canon de última generación, cortesía de Canon España.

Tercer lugar:
TAMARA ROZAS · «Vida»
Premio Especial Joven Artista: Beca Master en Blackkamera.

Ahí estoy. Es mi nombre. Son mis monstruos. Un reconocimiento que soñaba desde que seleccionaron mi portfolio para el Festival, pero que no me atrevía a visualizar como una realidad plausible. Lo es. Es mi nombre. Son mis monstruos. Lo escribo y lo repito para creérmelo. La cabeza me bulle de ideas, no puedo parar. Estoy muerta de miedo. Y a la vez, cargada de energía, de ilusión, de ganas de abrir la puerta de la jaula y liberar mis monstruos al fin. Allá vamos, mis monstruos y yo.

En el visionado de portfolios con Sonia Berger. Fotografía: Jon Usual.


12/1/24

«India es nombre de mujer», de vuelta

En febrero de 2016 expuse por primera vez dos retratos de mujeres que tome en India en 2015. Fui allí a conocer el trabajo que la Fundación Vicente Ferrer lleva a cabo en Anantapur y con la idea abstracta de retratar mujeres. Jamás pensando en el recorrido que tendrían después esas imágenes.

Tras esa primera exposición, amigas y compañeras de trabajo hicieron posible, mediante sus donaciones, que produjese una serie de 20 fotografías, que se expusieron a la venta en el Café Iruña. Cada vez que vendía una fotografía, con una pequeña parte de la venta generaba una nueva copia y el resto, lo donaba a la Fundación Vicente Ferrer. Fueron meses de feliz trabajo, gestionando pedidos que sobrepasaron todas mis expectativas y mi gratitud.

En paralelo, y en el marco del Fair Saturday se produjeron, también gracias a aportaciones, 14 paneles de gran formato con las fotografías, que se fueron exponiendo en diferentes estaciones de Metro Bilbao entre 2016 y 2017. 

En marzo de 2017, creía que cerraba el proyecto con un broche de oro: Una subasta solidaria en la Torre Iberdrola. Pero tras eso, los paneles siguieron moviéndose en 2017 y a lo largo de 2018 por más estaciones de Metro, por el claustro de la Universidad de Deusto, por los Centros Cívicos de Barakaldo, Getxo y Leioa, por el polideportivo de Llodio...

Un montón de personas tuvieron la oportunidad de ver las fotografías y acercarse a la increíble labor que Vicente Ferrer lleva a cabo en India. Y otro montón, además de verlas, compraron las fotografías. Se recaudaron 3.617€ destinados a un proyecto precioso: Bicicletas para reducir la brecha de género

En ese punto creí que acababa todo y ya era mucho. Pero no. «India es nombre de mujer» vuelve a las calles de Bilbao y no puedo estar más feliz. Desde el 10 de enero hasta el 05 de abril, la exposición en gran formato se podrá visitar en distintos centros cívicos como parte de la programación de Expodistrito:


Tengo ya la maquinaria desengrasada, pero la ilusión siempre por estrenar, así que lanzo de nuevo el llamamiento: Si quieres colaborar con la Fundación Vicente Ferrer y llevarte a casa uno de los retratos, ponte en contacto conmigo en el email esaotra@esaotra.es y lo hacemos posible. Gracias por llegar conmigo hasta aquí. 

[Puedes ver todas las fotografías del proyecto en http://foto.esaotra.es/india-es-nombre-de-mujer]

5/1/24

los monstruos [fotografía]

 «Cómo voy a hacer que no tengáis miedo si estoy llena de miedo yo. Cómo os salvaré si no sé salvarme. No puedo hacer otra cosa que enseñaros mis heridas y lo que duelen. Y esperar que comprendáis que la única manera es que aprendáis a vivir con las vuestras». 

Con ese texto expuse por primera vez «Los monstruos», poco después de su primer alumbramiento hace cinco años. Ha dado muchas vueltas en mi cabeza desde entonces. Cientos de imágenes han entrado y han salido del proyecto a medida que lo enseñaba, lo presentaba a certámenes, lo confrontaba con mi yo cambiante a lo largo del tiempo. A medida que mis propios miedos evolucionaban. 

Es un proyecto que podría no acabar nunca, y sin embargo, de pronto todo se ha ordenado en mi cabeza: he discernido qué sí y qué no, he comprendido por qué, he escuchado el silencio desde el que me hablaban las fotografías a pesar de haberlas hecho yo. He asumido que mis monstruos me van a acompañar siempre y que otros nuevos surgirán. Pero estos ya están. Estos ya no más. Estos permanecerán contenidos en la jaula de este fotolibro, que no sé si verá la luz, pero ya es real en mis manos.


17/10/23

donde duele [poemas]

Dolor.
Sólo puedo pensar en dolor.
Odio el dolor.
Mi dolor.
Mi incapacidad para asumir el dolor.
Mi dolor.
No puedo pensar con este dolor en otra cosa que no sea mi dolor.
Lo intento.
Me empeño.
Lo ignoro.
Finjo que no me duele.
Proclamo que no me afecta.
Sigo.
Continúo.
Con mi dolor.
A pesar de mi dolor.
Sobre mi dolor.
Con la rabia.
Con el cuerpo en tensión.
Con la tristeza.
Con el miedo.
Con el silencio.
Con la culpa: Egocéntrica que sólo puede pensar en su dolor.
Algunos días son montañas demasiado altas
o yo estoy demasiado cansada para escalar.
Sólo espero una tregua, de mi dolor.
Sólo quiero llorar hoy, con mi dolor.
Dame un segundo.
Acepta mi rabia.
Acepta mi cuerpo en tensión.
Acepta mi tristeza.
Acepta mi miedo.
Acepta mi silencio.
Acepta que siga pidiendo, egocéntrica:
Acéptame cuando no me acepto yo.






23/2/23

Algea [fotografía]

«Algea» es un proyecto en curso, que acabo de empezar y en el que, en realidad, llevo muchos años inmersa, sin ser consciente de ello. La fotografía me acompaña en todo lo que hago, publique o no, le de forma de proyecto o no: igual que siempre escribo, siempre hago fotos. De todo lo que me rodea, pero sobre todo, de todo lo que me pasa. Y el dolor me pasa, me acompaña, me atraviesa, desde hace tantos años que casi me acostumbro a su presencia. Hasta que ha empezado a volverse incapacitante. Entonces, me ha tocado parar, mirarlo frente a frente, ponerle nombre.

Y al hacerlo, he sido consciente de todo lo que me da y todo lo que me roba el dolor crónico, lo que me condiciona en el día a día, lo que influye en mi ánimo, en mi personalidad, en mis relaciones. Lo que me aísla. 

Y al intentar salir de mi isla y decirlo en voz alta, en lugar de encontrarme sola, me he encontrado con muchas soledades buscando casa. Muchas personas, mujeres en su mayoría, viviendo el mismo infierno de piel para dentro y sonrisa para afuera. Muchas mujeres a las que la única respuesta que nos ha dado la medicina tradicional es paciencia, analgesia y dosis sospechosas de ansiolíticos y sedantes. Artrosis, endometriosis, lupus, fibromialgia... Las dolencias cambian, el patrón se repite. 

«Algea» es la forma en la que los griegos nombraban a las deidades femeninas del dolor. Una metáfora hermosa para hablar de una realidad que no lo es tanto. Así arranca este proyecto, hablando de mi dolor, con la intención de acabar dando voz al de todas.


Un tríptico de «Algea» será expuesto, un año más de forma virtual, en el marco de la L Semana de Humanidades de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao.




20/1/23

El cambio está en nosotras

Cuando hablamos de poliamor o de relaciones no-monógamas, solemos pensar en relaciones de pareja. Pero ¿qué sucede cuando llevamos los planteamientos del poliamor a todas nuestras relaciones interpersonales? ¿Cuando construimos las relaciones, cualquier relación, en un marco de comunicación constante, desde las premisas del consenso, la consciencia y la ética?

Brigitte Vasallo lo deja claro en su libro «Pensamiento monógamo, terror poliamoroso»: «La posibilidad de la alternativa al sistema monógamo no va de ligues y noviazgos, sino de colectivización de los afectos, de los cuidados, de los deseos y de los dolores».

El cambio que necesitamos para amar y relacionarnos en libertad va más allá de adaptar nuestra pareja o sumar nuevas parejas a la dinámica social. Requiere de valentía para crear un nuevo paradigma fuera de los canones establecidos; desmontar la pirámide de los afectos; dinamitar el sistema en el que tenemos que dejar claro a nosotras mismas y a los demás constantemente, quién está en la cúspide de la pirámide y por qué. 

Tenemos que mirar dentro de nosotras mismas y escucharnos, sentirnos: Si conseguimos desprendernos de la presión social, la inercia y la culpa, sabremos qué nos hace bien, qué nos repara, y qué nos aleja de nuestra esencia. 

Fluir, dejarse llevar por la intuición, la emoción y la piel, es un primer paso necesario para bajar el volumen del gran altavoz del sistema, que nos quiere sumisas y ordenadas, dispuestas a consumir los afectos que nos toca sin pensar. En el encuentro con la otra sin ataduras y en equilibrio es donde crecemos, donde las relaciones avanzan y nos hacen avanzar, donde todo cobra sentido.

Una se aproxima al poliamor a veces pensando en pequeño, simplemente en algo que no encaja en sus relaciones de pareja… El reto, el verdadero reto, es repensarlo todo, construir todo desde el amor. Puede haber relaciones intensas y únicas, para toda la vida, con vínculos no sexuales, puede haber vínculos sexuales como un acompañamiento más de los afectos, puede haber crianza en tribu… El amor no se agota, y las posibilidades son tan libres como nos permitamos nosotras serlo.

Vuelvo, para terminar, a la gran Vasallo: «Vamos a soñarnos con intensidad. Vamos a incomodarnos. Vamos a ver hasta qué punto somos capaces de pensarnos radicalmente». El cambio está en nosotras.

25/11/22

Bella Bestia [fotografía]

Define bella. ¿Su contrario es fea? ¿O es bestia? En un mundo donde el culto al cuerpo, a los cánones, a la norma, nos define y encorseta, lo contrario a bella no es fea: es anulación, error, culpa, necesidad de cambio para encajar. Crema, maquillaje, dieta, cirugía, todo es válido para pasar por válidas. Si no lo eres, estás fuera de la sociedad. Eres la bestia. Y salvo que seas un hombre, nadie va a querer a una bestia.

Porque lo de ser bestia es cosa de hombres: Ellos sí pueden pasarse de peso, estar cubiertos de pelo, tener cicatrices de guerra, manejar lenguaje rudo, tratar con violencia, porque hay miedo y vulnerabilidad en su interior, y nosotras tenemos que hacer el esfuerzo de mirar dentro, de aceptarlos como son.

Nos han enseñado desde pequeñas a amar a la bestia. Ya es hora de que aprendamos a respetar a la nuestra.


«Bella Bestia» es un borrador de proyecto, desarrollado para un taller sobre Igualdad y Creatividad dinamizado por la fotógrafa Eva Sala, en el que he participado en el marco del Festival BAFFEST. El trabajo de todas las compañeras se ha presentado en un lienzo conjunto esta mañana en Barakaldo, con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, #25N. Juntas, nos hacemos visibles.

Foto: Fotopop



3/10/22

Nuevo Imaginario Barakaldés

Lo mío, sin duda, es estar parapetada detrás de la cámara o protegida por un teclado. Por eso, cuando se pusieron en contacto conmigo para participar en el «Nuevo Imaginario Barakaldés», pasé rápidamente de la emoción porque me lo hubiesen propuesto, a la histeria porque tendría que ponerme delante del objetivo. Histérica lo hice, y este es el resultado: Gesticulo mucho y no digo todo lo que me gustaría decir, ni como me gustaría decirlo, pero ahí estoy, como parte de la memoria de mi pueblo, Barakaldo. No es nada y lo es todo. Vuelven los nervios al compartir. Os dejo con el proyecto...

«Nuevo imaginario barakaldés» es un proyecto que pretende dar visibilidad y espacio a la obra de creadores y creadoras cuyo trabajo tenga peso por su contenido artístico sobre Barakaldo o trayectoria como autor o autora Barakaldés, ofreciendo a la ciudadanía una visión de nuestro patrimonio cultural actual, mediante disciplinas como la pintura, la ilustración, el video, la fotografía o la escritura.


https://www.nuevoimaginariobarakaldes.eus

15/3/22

lo pequeño [poemas]

Vivir en lo pequeño porque lo grande da miedo,
en el rayo de sol,
en la sirena del recreo,
en la caricia
y en el verso,
lejos del sonido de las balas,
aunque cierren cada vez más el cerco.


8/3/22

pido la alegría y la palabra [poemas]

Dadme la alegría de las flores:
En vuestras voces, mujeres, estallan primaveras.
Cuando os oigo juntas, compañeras,
se acallan los lamentos del tiempo,
brota la vida que nos fue arrebatada,
se reescribe la historia mal contada.
Reivindiquemos la palabra y la alegría:
Son nuestra conquista,
nuestra deuda,
nuestra esperanza.

[Poema publicado inicialmente en el #01 del fanzine de lasdelalibre]

18/2/22

impostoras [fotografía]


Cuando tuve que pensar fotografías para el número #01 del fanzine de lasdelalibre sobre el síndrome de la impostora, enseguida tuve claro que usaría desnudos y máscaras. Es la representación más precisa que se me ocurre para ilustrar esa forma de miedo interiorizado que nos hace vernos siempre inseguras, pequeñas, vulnerables y, sobre todo, fingidoras: Que nadie note que somos un fraude. Nuestros logros son siempre cuestión de suerte o azar, y es cuestión de tiempo que nos descubran. Mientras tanto, nos escondemos detrás de la persona segura de sí misma que pretendemos ser, desnudas, temblando de miedo.

Una de las fotografías de la sesión que hice para el fanzine será expuesta, un año más de forma virtual, en el marco de la XLIX Semana de Humanidades de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao. Y yo como siempre, feliz y asustada. 

Puedes ver la exposición virtual aquí



Y puedes saber más sobre el fanzine, aquí.

9/2/22

#Lasdelalibre, nacimiento de un fanzine

Crear un publicación cultural con perspectiva feminista, antirracista y antifascista era hace un año pura fantasía. Cuando nos reunimos en Libreramente con esta idea común, todas las que estábamos allí parecíamos pensar lo mimo: Es imposible, pero ¿y si lo hacemos? 

Y lo hicimos. Ha sido un año de escrituras y reescrituras, de debate, de diseño, de aprendizaje... Y sobre todo, un año donde la palabra TRIBU ha cobrado sentido. Juntas podemos más. Podemos incluso hacer realidad nuestras fantasías: Hemos creado el fanzine que nos habría gustado leer si llegase a nuestras manos hecho por otras.

En sus páginas compartimos nuestras reflexiones, nuestros miedos, nuestras fortalezas. Hay recomendaciones de libros, de películas, de juegos... Hay hasta recetas, para alimentar bien el cuerpo además de la cabeza. Hay fotografía. Hay poesía. Hay muchas ganas de compartir y de hacer trinchera, desde el barrio, desde abajo y para todas.

Hoy sale a la venta el número #01, dedicado al «síndrome de la impostora». Puede que no conozcas el término y aún así te sientas reflejada cuando lo leas. Los 2,5€ que cuesta irán dedicados a la publicación del siguiente número, en el que estamos ya trabajando, y en la colaboración con organizaciones solidarias afines. Si quieres saber más, entra en nuestra web: Lasdelalibre.

«Si todas lo sentimos, no nace de nosotras, es impuesto»
[Una de mis fotos incluidas en el fanzine]


3/1/22

la edad del desconsuelo [poemas]

Ahora que hemos alcanzado la edad del desconsuelo,
que la rutina nos acaricia las sienes
y nos mece en la dulce miasma de los días,
que no hay lugar para los sobresaltos
y el placer llega en silencio y a escondidas.
Ahora que el nosotros ahoga el yo, algunos días,
que no nos amansen las horas dóciles,
la mano fría sobre la frente caliente,
el temporal remedio de receta crónica,
acelerar sólo en las curvas conocidas.
Recuperemos el miedo incierto de los viajes sin destino,
confiemos en quien sostiene la mirada y devuelve la sonrisa,
sin más avales que nuestra intuición dormida.
Erremos y repitamos comienzo, a tientas y con prisa:
Quememos todas las naves, no flotarán en próximas vidas.




15/10/21

«A pesar de la lluvia» en BAFFEST

Pues allá vamos otra vez: En el marco del Festival de Fotografía BAFFEST, volveré a desnudarme. Debería estar acostumbrada, no es la primera vez que me exhibo en público, y cada vez, cada vez, el temblor se repite...

Y el miedo no se va,

pero a veces encuentras a alguien que tiembla contigo.

El próximo jueves 21 de octubre, a las 19:00 horas, en el Centro Cívico Clara Campoamor, leeré algunos poemas y mostraré algunas fotografías de «A pesar de la lluvia», y compartiré el desarrollo del proyecto, desde aquella tímida idea que brotó en 2016, hasta el fotopoemario que auto-publiqué en 2020. Temblando, os espero.



27/8/21

«Los monstruos» en MAPS - GETXOPHOTO

Ahora que ya me siento mayor para ser joven promesa, resulta que voy a participar en un «encuentro entre artistas visuales emergentes»; quizá sea verdad lo de que nunca es tarde. 

Cuando recibí la llamada de Josu Zaldibar, director de la escuela de Fotografía Blackkamera, en la que me he formado (y espero seguir formándome, no se acaba de aprender), me costó creérmelo: Podría participar en una actividad de un festival que me apasiona, Getxophoto, en representación de la escuela, junto a compañerxs que admiro enormemente. 

Me invadió una mezcla de orgullo, nervios, vergüenza y, por supuesto y sobre todo, la firme convicción de que me habrían llamado por error, o porque no había nadie más disponible. Aún así, hice lo que hago siempre: Sonreír amablemente, actuar como si no estuviese muerta de miedo, y esperar el inevitable momento en el que finalmente el evento se cancelaría o iría otra persona, mucho más acertada, en mi lugar.

A un semana del encuentro, ya parece seguro que sí, que va a ser verdad: He recibido mails en los que aparece mi nombre, salgo en la web y ya hiperventilo. Mis monstruos y yo estaremos en MAPS. ¿De verdad?






16/6/21

calla y continúa girando en la rueda [mis cosas]

Siempre se dice que caminamos a hombros de gigantas. Disfrutamos de los avances y los logros de aquellas que nos precedieron. Cierto. Pero también llevamos sobre nuestros hombros el peso de la tradición: La exigencia de aprovechar las oportunidades, de sostener lo conseguido por otras, de demostrar que podemos, por las que pudieron, por las que ahora no pueden, por las que no podrán más.

Y en ese mandato, hemos de ser buenas profesionales, buenas madres, buenas hijas, buenas amantes, buenas amigas. Y buenas con nosotras mismas: Duerme al menos 8 horas, es el mejor tratamiento de belleza. Haz algo de ejercicio cada día. Come sano y consciente. Viste a la moda, maquíllate a la moda, que tus pelos vayan a la moda. Lee, aprende, mejora. Infórmate, posiciónate, milita, hay causas justas que no pueden esperar a tu indiferencia, a tu falta de tiempo. 

TODO ES CUESTIÓN DE ORGANIZACIÓN. Si no llegas a todo, es porque no te organizas, porque no le pones suficientes ganas. Querer es poder. No puedes porque no quieres. Te agobias porque quieres. Sólo tienes que aprender a tomarte las cosas de otra forma. Hazlo de otra forma, pero para continuar con lo mismo: para poder con todo. No te olvides de que la mejora continua empieza por ti. No tienes problemas; eres el problema. Calla y continúa girando en la rueda. 

Eras más divertida cuando te preocupabas menos y podías más. No tienes problemas; eres el problema. Calla y continúa girando en la rueda. Nadie te va a querer así.

18/5/21

«El fin del amor. Amar y follar en el siglo XXI», de Tamara Tenenbaum, y algunas lecturas más... [mis lecturas]

«El fin del amor»
Tamara Tenenbaum
Editorial Seix Barral
312 páginas

Hay momentos que una tiene cuerpo de novela y no de ensayo. Una tras otra iba colando historias y procrastinando el momento de enfrentarme a este libro a caballo entre el ensayo y la autoficción, a pesar de que intuía que lo que encontraría en sus páginas me iba a gustar. O más que gustar, me iba a reconfortar y a reafirmar. Y así ha sido.

Tenenbaum ha conseguido ordenar muchas de las ideas que muchas mujeres y muchas más feministas, tenemos dando tumbos dentro. Lo hace de un modo ameno, que parece incluso ligero, o se lee como ligero, más bien, porque detrás de cada tema abordado hay una ingente cantidad de referencias y se vislumbra una gran labor de documentación y reflexión por su parte.

El libro ha venido a reforzar una idea que, una lectura tras otra, parece innegable: Algo ha cambiado y se está movimiento en el universo femenino. La lucha feminista no es nueva y no está ni siquiera cerca de estar concluida, pero es un clamor que está en un momento álgido. Son muchas las escritoras que están centrando su discurso en otro modo de hacer las cosas, que están al fin ocupando un espacio en el mundo en general, y en la Literatura en particular, que hasta ahora nos había sido negado.

Leyendo a Tamara me han resonado fuerte otros títulos recientes («Caliente» de Luna Miguel o «Feminismo Vibrante» de Ana Requena Aguilar, por ejemplo), que apuntan en la misma dirección, tocando parecidos temas y haciéndose las mismas preguntas. Tomando conciencia, al fin, de que el feminismo no sólo es una cuestión de sexo, sino de poder y de cómo se ejerce, que tras los mandatos de género y todo lo que encierran (desde los trabajos que cada cual puede desempeñar hasta cómo se distribuyen los afectos), hay un sistema capitalista que nos quiere dóciles y encerradas en la rutina de nuestras obligaciones.

«Había cosas que eran de puta, cosas que eran de tonta, cosas que eran de ridícula y cosas que eran de loca […] El resto de chicas no tenían todo tan claro como yo pensaba. Todas tenían miedo de hacer las cosas mal; todas sentían en algún momento que en efecto estaban haciendo las cosas mal».

«Tendemos a pensar que somos absolutamente libres y que, si sentimos que no lo somos, es por una debilidad propia: que si empezamos a “pensar distinto” vamos a dejar de sufrir por ser gordas, estar solteras o ganar poca plata. Tengo buenas y malas noticias: 1) no estás sola, todo eso que pensás que es culpa tuya no está bajo tu control (más que en apariencia); 2) el “problema” no se soluciona con un “cambio de cabeza”; lo que hay que cambiar es el mundo».

Es en este relato compartido de las mujeres que están atreviéndose a hablar en voz alta donde surge la posibilidad de cambio. A medida que buscamos espacios para compartirnos y reflexionar sobre lo que somos y lo que deseamos, se hace patente que por separado nuestros problemas son (parecen) irresolubles, pero que uniendo nuestras voces, el relato que nos habían contado cae, para dejar paso a una historia común en la que sentimos por fin que podemos ser protagonistas. El tiempo de las musas y las vírgenes postradas pasó.

«Una mujer puede hacer infinitas cosas pero, si no tiene amor, socialmente será reconocida como vacía, como sujeto incompleto […] Debe darlo todo -su tiempo, su fuerza de trabajo, su disponibilidad emocional-».

Y en esta historia en la que somos protagonistas, muchas nos hemos parado (me incluyo como militante de la esperanza en el cambio posible) incluso a repensar el argumento, en formas y en contenido. Desde el trabajo al amor, pasando por la forma de comunicarnos o de follar: El lenguaje universal masculino y bélico no es nuestra forma de narrar.

La verdadera revolución del feminismo está en repensar la forma de hacerlo TODO, tomar conciencia de que amar no nos hace más débiles, que mostrar nuestra vulnerabilidad no nos expone como víctimas, sino como humanas deseantes y sintientes en un mundo a la vez hostil y bello.

Tenenbaum va repasando y repensando los constructos sociales en los que se basan nuestros roles de género, nuestras formas de estar en el mundo: La pareja, el matrimonio, las relaciones sexuales, el consentimiento, el culto al cuerpo y a la belleza, la maternidad… No da respuestas, sólo plantea cuestiones; sólo nos invita a reflexionar con ella sobre cómo articulamos nuestra vida sobre decisiones que creemos tomar de una forma libre, mientras está operando en nosotras todo el peso de la tradición y la inercia cultural, social y moral que nos rodea.

Es un libro para leer subrayando, releer pensando y pensar actuando; invita a soñarnos más allá de los márgenes que la sociedad impone. Aquí algunos de mis subrayados, sólo algunos, merecen la reflexión todos…

«En las sociedades de consumo urbanas contemporáneas la pareja es una tarea más».

«La armonía conyugal, que antes era un mandato moral, se recicló como parámetro de éxito».

«Ser feliz hoy tiene que ver más con la obligación que con el deseo. ¿Es posible salir de esto? ¿Se puede querer otra cosa que ser cada vez más y más feliz?»

«En la carrera del bienestar, todos creemos que vamos perdiendo. Estoy cansada, pero además de estarlo, me siento culpable por estar cansada. El relato de la salud y el bienestar como caminos hacia una mejoría infinita viene a paliar la ansiedad que nos produce la ausencia de un orden moral compartido con todos, la incertidumbre y el vacío que nos dejó la caída de los grandes relatos».

«El feminismo no consiste en cuestionar el deseo de las otras, sino el propio, aunque sea doloroso, sobre todo cuando la sensación es que eso que anhelamos no nos está haciendo bien».

«Queremos vínculos igualitarios y honestos. […] También queremos enamorarnos, queremos coger y queremos que nos quieran; queremos estabilidad y queremos adrenalina, el bote salvavidas y el oleaje, todo al mismo tiempo. Pero ¿se puede tener todo eso?»

«La libertad sexual de las mujeres atenta contra la capacidad de los hombres de subyugarlas. […] Eso que tanto tiempo se llamó virtud no es solamente un concepto moral y religioso: también es un concepto político y económico».

«La pareja puede salvarse si la descentramos, si la corremos del podio de la vida como piedra de toque del éxito, la salud y la felicidad, incluso si dejamos de pensarla como piedra de toque del amor, como su fin o su expresión última. Y más importante, porque en el fondo salvar la pareja me da igual: con mucho amor, mucha amistad, mucha comunidad y mucha suerte quizás nos salvamos nosotras».

«De esto hay que llenar el mundo: de historias de mujeres que no amen ni odien sus cuerpos, y que los acepten como son en cualquier formato; de mujeres que tengan libertad, la libertad verdadera, de hablar de otra cosa».

«Quiero construir a partir de esos vínculos fluidos un compromiso comunitario y colectivo con los cuerpos y las personas deseantes que conozco que no implique obligaciones ni etiquetas pero sí cuidado y afecto en el sentido más amplio pero también más verdadero de estos términos».


«Feminismo Vibrante»
Ana Requena Aguilar
Editorial Roca
228 páginas
Feminismo Vibrante

Leer a Tamara Tenenbaum me ha traído de vuelta a «Feminismo vibrante. Si no hay placer no es nuestra revolución» de Ana Requena Aguilar. En días en los que los feminismos parecen una guerra abierta desde la rabia y el resentimiento (justificado) tras siglos de tropelías contra las mujeres, Requena viene a recordarnos que es posible cambiar el mundo desde el amor, que otra manera de hacer es posible y que reivindicarnos en el placer es también hacer, y hacernos, justicia.

«Existe un conflicto que tiene que ver con la manera en que históricamente se ha construido la masculinidad y la feminidad, las relaciones sexoafectivas y el poder».

«Queremos cambiar normas no escritas, hacer política de la intimidad».

«¿Es que no hay pilas suficientes para el reloj biológico y para los vibradores al mismo tiempo?»



«Caliente»
Luna Miguel
Editorial Lumen
192 páginas
Caliente

En «Caliente», Luna de Miguel pone más su cuerpo y su mente dentro del relato, mezcla el ensayo con sus propias vivencias, expone sus dudas y sus miedos con valentía, y ahonda en las mismas cuestiones que Tenenbaum y Requena, en este caso mezcladas con reflexiones sobre la escritura en primera persona como medio y como fin para exorcizar los dolores de amar y vivir.

«¿Qué es más humillante, narrar el dolor, o narrar el placer?»

«Reflexionar sobre el amor plural, sobre la crianza o sobre el placer en solitario a veces nos lleva a escenarios que nunca habíamos imaginado para nosotras».

«Confundimos el relato de la vulnerabilidad con la exhibición. Y si a la vez ese relato lo ha gestado una mujer, con la degradación».

«Escribir diciendo cosas que hacen daño, con la intención de que nunca más duelan».

«El desconocimiento del cuerpo es un mecanismo de opresión para cualquier mujer. […] También es vergonzoso que hasta 1998 no se empezara a estudiar la anatomía completa del clítoris».

«La fealdad es un mecanismo de opresión, y la cultura que consumimos, una muestra de ello».

«¿Cómo reconciliar el deseo de ser mujeres físicamente libres con el deseo de ser deseadas?» (Alma Gullermoprieto)

«La labor de la mujer consistirá en personalizar e individualizar el erotismo, vinculándolo a la emoción, al amor». (Anaïs Nin)

«Las madres también gozan». «Las madres también follan». «Las madres también se tocan». «Las madres también desean». «Las madres también engañan».

«Cuánto sentimiento de culpa al abrazar aquella noche en Alcalá de Henares a mi hijo recién dormido, con el olor del sexo de otro hombre muy distinto a su padre agarrándose a mi corazón».

«Una de las preguntas más torpes que yo me hacía al comienzo era esta: ¿de verdad es posible amar a más de una persona? Luego todo, cambió: ¿de verdad habéis sido capaces de reprimir vuestro deseo durante tanto tiempo?».

«Soñamos con un mundo en el que nadie tenga ni voz ni voto sobre tus elecciones vitales, o sobre quién decides amar, o sobre cómo eliges expresar ese amor, excepto tú y tus amantes». (Dossie Easton y Janet W. Hardy)


«Pensamiento monógamo, terror poliamoroso»
Brigitte Vasallo
Editorial La oveja roja
220 páginas


Pensamiento monógamo, terror poliamoroso

Y como siempre que repaso lecturas feministas y alternativas al amor romántico, acabo en Brigitte Vasallo. Si las tres anteriores lecturas lanzan la piedra del poliamor al río de la reflexión, la Vasallo hace que la piedra salte y salte sobre el agua sin llegar a hundirse. Su libro «Pensamiento monógamo, terror poliamoroso» es una lectura obligada para todas las que desde el feminismo creemos en otras formas de construir relaciones. Como el libro de Tenenbaum, a la Vasallo se la lee con lápiz afilado para subrayar y asintiendo con la cabeza. Leerla es entender por qué estamos dónde estamos como sociedad y sobre todo, por qué queremos ser parte de la disidencia. En el cansancio de los días, cuando la corriente empuja demasiado, releer a estas mujeres ayuda a saltar de nuevo sobre al agua y seguir remontando el río, a contracorriente.

«El imaginario es tan potente, que no alcanzamos ni a plantearnos que lo disfuncional es el sistema y no nosotras».

«Desmontar la monogamia es desmontar el sistema piramidal».

«El discurso neoliberal propone las relaciones no-monógamas como quien vende cachivaches en una feria de telefonía móvil […] Felicidad de supermercado. Mucha libertad y pocos cuidados […] Mucho de lo de siempre disfrazado de otra cosa».

«La posibilidad de alternativa al sistema monógamo no va de ligues y noviazgos, sino de colectivización de los afectos, de los cuidados, de los deseos y de los dolores».

«La monogamia no se desmonta follando más, ni enamorándose simultáneamente de más gente, sino construyendo relaciones de manera distinta que permitan follar más y enamorarnos simultáneamente de más gente sin que nadie se quiebre en el camino».

«Vamos a soñarnos con intensidad. Vamos a incomodarnos. Vamos a ver hasta qué punto somos capaces de pensarnos radicalmente».


«La mejor madre del mundo»
Nuria Labari
Editorial Random House
224 páginas
La mejor madre del mundo

La última pregunta que se hace Tamara Tenembaum en el libro, y un muro contra el que chocamos en uno u otro momento todas las mujeres, es la maternidad. He vuelto aquí al mejor libro que he leído sobre el tema (quizá junto a «Nadie me dijo» de Hollie McNish: «Me siento culpable en todo lo que se relaciona con ser madre. Me desperté esta mañana sintiéndome culpable. He estado fuera una noche. Una noche. Me siento libre y culpable. ¡Libre, libre y culpable!»): «La mejor madre del mundo» de Nuria Labari. El libro es una delicia de principio a fin y tiene perlas como estas:

«Deseo. Tener. Hijo. Tres palabras. Deseo + tener. ¿Cuánto resta el verbo tener al mejor de los deseos? […] Deseo + hijo = Problema. Porque un deseo cumplido es un deseo acabado».

«Me pregunto quién demonios descansa en el último castillo y sólo espero que no sea una mujer dormida a la que un hombre decida besar sin pedirle permiso con la excusa de despertarla. Tampoco quiero besarla yo. Donde quiera que vayamos, espero encontrarme con una mujer por fin despierta. O yo misma la mataré con mis manos».

«La música amansa a las fieras y la maternidad a las hembras».



Cada libro me lleva a otros libros, cada mujer a otras mujeres. Quizá no podamos reescribir la historia, pero sí contarla a partir de ahora. Y no sólo eso: Podemos decidirla, a nuestra manera. Acabo citando a Audre Lorde, que creo que aparece en prácticamente todos los libros que he citado yo hoy: «Las herramientas del amo nunca desmontan la casa del amo». Seamos la herramienta del cambio.


23/4/21

«A pesar de la lluvia» en Libreramente

Anunciar en el día del libro la presentación del mío en una librería me parece un sueño. Hay una bola negra dentro de mí que atasca las palabras cuando intento contarlo. Pero es real. Porque ya hay fecha. Hay lugar. Y hay mucha ilusión y mucha emoción en el pequeño evento que estamos preparando. Con la ayuda de Enya de Libreramente, y al calor de ese rincón tan precioso que ha creado en su librería, el 8 de mayo leeré algunos de mis poemas y compartiremos fotografías de mi fotopoemario «A pesar de la lluvia».

Las plazas serán muy limitadas, debido a la pandemia. Para inscribirse, hay que mandar un email a libreria.libreramente@gmail.com. Será una presentación pequeña, pero estamos poniendo todo el corazón en que sea grande para quienes queráis acompañarnos.


Algunas fotografías y poemas de «A pesar de la lluvia» están ya expuestas en la librería durante todo el mes. Si no conocéis Libreramente, estáis tardando en acercaros. La exposición no sé, la librería seguro os va a encantar.




22/4/21

«Humo», de José Ovejero [mis lecturas]

«Humo»
José Ovejero
Editorial Galaxia Gutenberg
144 páginas
Imagina un bordado delicado representando una escena horrenda. Imagina pasar los dedos por el hilo. Sentir el tacto suave. Disfrutar de la precisión, del buen hacer, de la belleza, de cada puntada. Y olvidarte por un momento de la escena que representa. Parpadear entonces, alejar rápidamente tus manos del bordado, coger distancia y observar la escena: Ver tu ciudad en llamas sin saber por qué arde. Notar cómo crece en ti el desasosiego, el vértigo de una realidad asfixiante, una suerte de desesperanza que de pronto te atenaza. Imagina querer alejarte y aún así volver. Acercar de nuevo tu mano. Estremecerte con el nuevo contacto. Cerrar los ojos y sentir algo parecido a la felicidad más primigenia. Mientras el humo te rodea.

Magistral. Esa es la palabra que invadió mi mente al cerrar el libro. Lo empecé sin haber leído siquiera su sinopsis, sólo conducida por la recomendación de mi librera de confianza y su sugerente portada. La brevedad y ambigüedad del título tampoco daban más información. Una vez acabado, tampoco puedo explicar completamente su trama. Ovejero plantea unos personajes complejos en un escenario aún más complejo, con aparente sencillez, y los enfrenta a la violencia de la vida, sin compasión. «Humo» es un bordado delicado representando una escena horrenda. Me ha dolido leerlo. Me ha hecho feliz.

19/4/21

«Memoria de chica», de Annie Ernaux [mis lecturas]

«Memoria de chica»
Annie Ernaux
Editorial Cabaret Voltarire
208 páginas
Hay lecturas a las que me obligo. Esta ha sido una de ellas. No ha sido mi primera vez con Annie Ernaux. El primer libro suyo que cayó en mis manos, «El uso de la foto», por una acertada recomendación de Iñigo Larroque, me fascinó. Más por lo que contaba y por la deliciosa combinación de fotografías y textos para articular el relato, que por cómo lo contaba. Todo el libro es una gran performance en la que Ernaux se desnuda y enseña su intimidad sin pudor.

Animada por esa primera experiencia, leí sobre la autora y decidí que debía seguir leyéndola. Comencé «La mujer helada» y me quedé como el título. Me perdía en la narración, me aburría. Aunque lo tenía todo para engancharme (la temática, la autora, desde dónde escribe…), acabé abandonando a mitad del libro.

Cuando en el Club de lectura propusieron «Memoria de chica» me alegré. Pensé que con «La mujer helada» habría elegido mal entre tantos volúmenes publicados por Ernaux y que esta vez sí, si lo proponían, sería porque éste era uno de sus mejores libros. Es probable que lo sea. Es probable que el problema radique en mí. Lo he leído como quien hace los deberes de Literatura del colegio, más como algo que debía hacer, que como algo que estuviese disfrutando. 

He ido avanzando en el libro con la esperanza de cogerle el truco, engancharme de pronto y disfrutarlo, pero no ha sido así. Me ha costado mucho más tiempo del que debería, dada su breve extensión, terminarlo y cuando al fin lo he hecho, he sentido alivio.

He agradecido la trama, lo que cuenta, la forma de exponer su vulnerabilidad, he conectado con ella no sólo de mujer a mujer, sino entre mujeres de una condición social determinada. Hay memoria compartida ahí, y me quedo con la reflexión posterior sobre mis propias vivencias que el relato de las de Ernaux me ha provocado.

Es necesario que las mujeres escribamos, desde el punto exacto en el que ella lo hace. Sin imposturas. Pero desde luego, no he conectado con su manera de escribir. O no era mi momento para Ernaux. Quizá como ella, pasado el tiempo y con nuevas lecturas en mi haber, no reconozca a mi yo de 2021 escribiendo esto.