esa otra que soy yoesa otra que soy yo

19/4/21

«Memoria de chica», de Annie Ernaux [mis lecturas]

«Memoria de chica»
Annie Ernaux
Editorial Cabaret Voltarire
208 páginas
Hay lecturas a las que me obligo. Esta ha sido una de ellas. No ha sido mi primera vez con Annie Ernaux. El primer libro suyo que cayó en mis manos, «El uso de la foto», por una acertada recomendación de Iñigo Larroque, me fascinó. Más por lo que contaba y por la deliciosa combinación de fotografías y textos para articular el relato, que por cómo lo contaba. Todo el libro es una gran performance en la que Ernaux se desnuda y enseña su intimidad sin pudor.

Animada por esa primera experiencia, leí sobre la autora y decidí que debía seguir leyéndola. Comencé «La mujer helada» y me quedé como el título. Me perdía en la narración, me aburría. Aunque lo tenía todo para engancharme (la temática, la autora, desde dónde escribe…), acabé abandonando a mitad del libro.

Cuando en el Club de lectura propusieron «Memoria de chica» me alegré. Pensé que con «La mujer helada» habría elegido mal entre tantos volúmenes publicados por Ernaux y que esta vez sí, si lo proponían, sería porque éste era uno de sus mejores libros. Es probable que lo sea. Es probable que el problema radique en mí. Lo he leído como quien hace los deberes de Literatura del colegio, más como algo que debía hacer, que como algo que estuviese disfrutando. 

He ido avanzando en el libro con la esperanza de cogerle el truco, engancharme de pronto y disfrutarlo, pero no ha sido así. Me ha costado mucho más tiempo del que debería, dada su breve extensión, terminarlo y cuando al fin lo he hecho, he sentido alivio.

He agradecido la trama, lo que cuenta, la forma de exponer su vulnerabilidad, he conectado con ella no sólo de mujer a mujer, sino entre mujeres de una condición social determinada. Hay memoria compartida ahí, y me quedo con la reflexión posterior sobre mis propias vivencias que el relato de las de Ernaux me ha provocado.

Es necesario que las mujeres escribamos, desde el punto exacto en el que ella lo hace. Sin imposturas. Pero desde luego, no he conectado con su manera de escribir. O no era mi momento para Ernaux. Quizá como ella, pasado el tiempo y con nuevas lecturas en mi haber, no reconozca a mi yo de 2021 escribiendo esto.

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