esa otra que soy yoesa otra que soy yo

30/6/07

rainlagathath [ficciones]

Mientras avanzas, todo a tu alrededor comienza a volverse blanquecino y a desvanecerse ante ti. Cierras y abres los ojos intentando recuperar el control de tu visión y, al hacerlo, ves como se yergue nítidamente ante ti un inmenso dragón que fija sus furibundos ojos encharcados en sangre en los tuyos. Intentas girar sobre ti mismo y correr, pero tus piernas están paralizadas.
El dragón acerca su cabeza cada vez más hacia ti, a cámara lenta. Sientes su nauseabundo olor y toda tu vida pasa al completo delante de tus ojos. Comienzas a rezar sin saber muy bien a quién o a qué, cuando notas algo en el interior de tu mano, que te hace recordar: “Llámame sólo cuando lo necesites realmente. Acudiré sólo por tres ocasiones. Después regresaré a por lo que es mío”.

RAINLAGATHAT

Estás de nuevo sentado en tu choza, remendando con fuerza el cuero de las que serán tus botas nuevas.
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El ruido de tus compañeros increpándote para que avances te hace salir de tu ensoñación y te devuelve a este maldito psiquiátrico. Aprietas tu mano con fuerza para que no se caiga, mientras uno de los cuidadores te apremia a continuar avanzando por la galería.
Comienzas a caminar y sonríes ante su mirada perpleja, mientras repites mentalmente su nombre para que no se te vuelva a olvidar: Rainlagathath. Quizá sea hora de hacer que vuelva, aunque después reclame su recompensa...

27/6/07

sigamos riendo [poemas]

Recorro con mis dedos tu espalda
mientras me besas,
y siento que la vida me atraviesa.

Oigo la calle palpitar a través
de mi ventana abierta,
y tu respiración muy quieta,
aquí a mi lado
mientras me esperas.

Esperas.

Te pedí bellas palabras.
Te pedí promesas.
Pero tú supiste ver que cuanto necesitaba
era escribir este poema.
Me viste llorar y preferiste
acercarme papel y tinta
y esperarme, siempre esperarme,
a que pusiera en orden mi cabeza.

Ya lo he hecho.
Y te amo.

Tantas letras. Tanta espera.
Para concluir al fin lo mismo.
Sigamos riendo. Gracias.
Por hacerme sentir que la vida me atraviesa.

22/6/07

mi tierra [poemas]

Sobre tu cuerpo fundé mi patria.
Hice de tu piel mi bandera,
y de tu ombligo el refugio
en el que esconderme de las guerras.

Y aquí habito desde entonces,
desde la tormenta,
que me arrojó a tu orilla,
y que me dejó dormida en tu arena.

Uno y mil naufragios después
aquí me mantengo
y aquí seguiré después de más de un millón de tormentas,
después de un millón de asedios,
defendiendo mi tierra
y dando, si hace falta, mi vida por ella.

16/6/07

por si no existe un mañana [poemas]

Equivocarse.
Jurar no volver a beber tras cada resaca.
Levantarse de nuevo tras cada caída.
Disculparse una vez más tras volver a meter la pata.

Ahogarse en la culpa un momento
para en el momento siguiente no hacer nada;
torturase con lo dicho y lo que hubo que haber dicho,
y repetir una y otra vez en sueños cada palabra.

Equivocarse. Y no aprender.
Y seguir viviendo con todo eso a tus espaldas.
Mejor, mejor así...

Por oír en medio de la borrachera tu risa a carcajadas.
Por ver, antes de caer, la cima de la montaña.
Por intentar pasarlo bien, por si no existe un mañana.

sentir la música [mis cosas]

Hay personas que saben tocar; personas que delante de una partitura logran interpretar con perfección técnica cada una de las notas por muy rápido que sea el tempo. Pero hay personas que escuchan la música y la sienten. Esas personas, con un instrumento en sus manos, consiguen hacer de la música magia.

las manos de Luisma · Adunia Folk

11/6/07

magnitud [mis cosas]

la inocencia perdida [según Belatz]

Esta mañana, de camino al trabajo, la palabra magnitud ha cobrado un nuevo significado, una nueva dimensión, en mi mente.

Cuando me dijeron que hoy lunes se publicaría la noticia en el periódico, imaginé algo pequeño, una columnilla escondida en cualquier rincón. Ni mucho menos me imaginaba que mi compañera de premio, Estibaliz Madrazo _ganadora de la categoría de Relato Corto_ y yo, ibamos a compartir portada con Rafa Nadal. Y menos aún que nuestra obra iba a aparecer a todo color y a doble página en el centro justo del periódico...

De nuevo el término magnitud se ha escrito en mi mente a media mañana, al escuchar la voz emocionada de mi madre al otro lado del teléfono tras leer a su hija en el periódico.

Ya por la tarde, el email de un compañero de trabajo me hacía de nuevo pensar en la dichosa palabra, cuando me hacía saber que en la residencia de ancianos en la que trabaja su mujer se había leído para ellos mi poema.

Al salir del trabajo, cuando ya pensé que todo el mundo que me iba a decir algo sobre el concurso ya lo había hecho, el portero del edificio donde trabajo (y que por cierto una vez me dió, por raro que parezca, un tacón que había perdido), me abría amablemente la puerta, mientras me reconocía como la poetisa que le tenía que firmar un periódico...

Ha sido un certamen pequeño, pero para mi se ha revelado de una magnitud enorme...

9/6/07

I Concurso de Poesía y Relatos Cortos FNAC y ADN [mis cosas]

recogiendo el premio [haz click para ver album completo]

Cuando tenía 15 años escribí mi primer poema. Ahora tengo 26 y de vez en cuando algo dentro de mi se remueve y me impulsa a escribir, como entonces, sin saber muy bien por qué ni para qué. Escribo. Eso es todo. No para que alguien lo lea. No para que alguien lo entienda.

Desde esta ventana al mundo, voy mostrando pequeñas muestras de lo que escribo. Es fácil hacerlo escondida tras esta pantalla. Pero el otro día, de camino al trabajo, leí en el periódico un anuncio sobre un concurso de poesía y relato corto, organizado por FNAC y ADN y, quizá impulsada por esa otra, pensé ¿por qué no?.

Recuerdo de un tiempo pasado feliz. Añoranza de una vida contemplativa, sin tantos problemas. Antibelicismo. Poesía cercana y de mujer. Naif. Son las pocas palabras que mis nervios durante la entrega de premios me han permitido recordar, acerca de lo que para el jurado (Sergio Oiarzabal _Premio Nacional de Poesía_, Jon Kortazar _escritor y Catedrático de Literatura Vasca_, Ángel Antruejo _director de Fnac Bilbao_ y Txabi Segovia _Coordinador de ADN Bilbao_) evoca la inocencia perdida, el poema con el que he ganado el concurso.

Ha sido un certamen pequeño (esperemos, como dijo Sergio Oiarzabal durante la ceremonia de entrega de premios, que sea el germen de un premio grande aquí en Bilbao), pero la alegría, la emoción, la plenitud, que sentí al oir mi nombre no se puede expresar con palabras. Escribo para mi y me da hasta vergüenza que otros puedan leer algo que para mi es muy íntimo, pero en ese momento todo eso dejó de ser verdad y me enorgullecí de que a alguien un poema mio le hubiese parecido digno de ganar un concurso.

7/6/07

las palabras perdidas [poemas]

A otros regalé mis versos antes que a ti.
Canté a sus ojos, a sus manos,
a sus bellezas peregrinas.
Les juré una y mil veces amor en verso;
lloré sus penas y reí sus alegrías.

Y sin embargo, no era verdad que les quería:
Cuando desaparecieron un día, no paró mi corazón,
no se abrieron los mares, no cesó la vida.

...Pero se desvirtuaron las palabras...

Y ahora a ti te amo,
y no hay verso que lo defina.
Y ya no soy si tú no eres,
y las palabras parecen de mentira.

...Se desvirtuaron las palabras...

Por eso me presento ante ti desnuda,
con las manos vacías.
te ofrezco lo que soy, que es todo lo que tengo.
Para que, al mirarme a los ojos,
conozcas lo que habita en mi interior y no encuentra salida.
Para que, con tu mirada, regresen las palabras perdidas.

...Y ya no las dejaré morir...
Esta vez será eterna la Poesía.

6/6/07

el fin [ficciones]

Un gnomo blanco y un gnomo negro se encontraron en el claro de un bosque. Se fueron acercando lentamente y, cuando estaban a escasa distancia, se sentaron uno enfrente del otro. Y esperaron. Esperaron tanto tiempo como no puede abarcar la mente. Y después de ese tiempo llegó la Noche. Se levantaron y, con la única luz de la Luna que se moría, comenzaron a pelear, a luchar. Y su lucha duró tanto como su espera.

Finalmente, en un golpe terrible, la cabeza del gnomo negro rodó por el suelo. El gnomo blanco explotó de júbilo al verse ganador. Pero después del júbilo vino el horror. Se le escapa la sangre por las muñecas, por el cuello. Se tapaba, intentando retener la sangre de su cuerpo. Pero al final, murió. Y fue a morir al lado del gnomo negro, formando una extraña composición.

Así, murió el mundo.

5/6/07

tú permaneces [poemas]

A veces, sólo a veces, todo a mi alrededor tiembla.
Pero tú, permaneces.

Se rasga las vestiduras la vida,
decide jugar, apuesta y pierde,
y de repente, perdemos presión,
nos deshinchamos,
caemos al vacío.

Pero tú, permaneces.

Luego la risa loca, frenética,
la vida borracha dando vueltas,
nos sube hasta el cielo,
volamos con ella dando vueltas,
crecemos,
y es tan solo un espejismo.

Pero tú, permaneces.

Más tarde llega el silencio.
Camina de puntillas la vida,
para que no la oigamos,
para que no la miremos;
gritos sordos,
corazón latente e inerte, apatía.

Pero tú, permaneces.
En las penas, las alegrías y los entreactos de mi vida.