esa otra que soy yoesa otra que soy yo

20/11/15

soy rara [mis cosas]

No puedes saber lo que es hasta que lo vives. Es imposible describirlo con palabras. Te sientes... Viva. Plena. Parte de algo más importante que tú misma. Ser madre es lo mejor que una mujer puede ser en la vida.

Llevas oyéndolo toda tu vida. Más pronto o más tarde, todas las mujeres a tu alrededor pasan a ser llamadas madres. Familiares, amigas... Si te lo dicen con esa vehemencia, ¿cómo puede no ser verdad? ¿Por qué alguien querría perderse por voluntad propia un momento vital tan trascendental?

Porque eres rara.

Esa es la conclusión a la que llegas. O a la que te hacen llegan. Van a escuchar tu discurso, pensado y elaborado durante años. Ese discurso que te ha costado enfrentarte a tus dudas y muchas lágrimas conseguir. Corto, conciso, sólo la punta del iceberg de reflexión, autoafirmación, conciencia y miedo que se esconde detrás. «No quiero ser madre biológica. Hay ya demasiada gente en el mundo.»

¿Ves como eres rara?

Quizá si dejásemos de asumir la inercia como normalidad, lo establecido como correcto, los deseos propios como extrapolables al resto, si yo misma pudiese librarme del peso autoimpuesto de la moral vigente, todo sería más normal de verdad.

Aunque yo qué voy a saber, si soy rara.

19/11/15

este invierno [poemas]

Este desayuno atragantado entre noticias de última hora.
Esta mirada perdida al otro lado de la pantalla.
Esta letanía que ya no sabe si la radio está encendida o apagada.

Me duelen las dos Españas.

Este manojo de penas.
Este espejo que no devuelve la mirada.
Este no ser capaz de entender nada.

Y ya nadie vence ni convence.

Este esfuerzo diario por levantar la alegría.
Estas ganas de esconderse tras las persianas.
Este silencio que repite a gritos palabras desgastadas.

Y más de un millón de cadáveres buscando casa.

No va a ganar la batalla la apatía.
Apretaremos los dientes y regaremos las ganas.
Vendrán nuevas golondrinas
y sonreiremos con la frente alta.