24/12/11
mi mundo sin ti [poemas]
y como siempre respondí con evasivas.
Palabras torpes,
enfadadas,
impostadas.
Palabras de mentira.
Cuando les hablo a otros de ti no me dueles.
Tengo tan bien ensayado
el guión de la indiferencia,
del desdén,
de los reproches,
que casi... Casi me lo creo.
Que es mejor así,
que es mejor tenerte lejos,
que no siento nada
cuando me preguntan por ti,
que ya no pienso en ello,
que no lloro a veces cuando duermo,
que no daría lo que fuese por volver a ver
tus ojos mirándome y sonriendo,
que no me vuelve loca no saber
si estarás bien,
si serás feliz sin mi,
sin nosotros,
sin nuestro mundo feliz ardiendo.
Mañana me preguntarán por ti
y seguiré mintiendo.
6/12/11
verso atragantado [poemas]
a romperme la paciencia,
a regalarme tus mentiras,
a dejarme rota una vez más.
No puedo
con tu cariño sin medida,
con tu huída repetida,
con tus cuentos de cristal.
Me dueles
en la distancia de la ausencia,
en esta fingida indiferencia,
en cada beso que no me das.
No voy a permitirme
caer en ti una vez más.
Prefiero tragarme este te quiero
que verte otra vez marchar.
12/11/11
fotografía de un sábado de noviembre [poemas]
en el que somos calma efímera
tras la batalla.
Tu mano deslizándose por mi espalda.
Mi lengua recorriendo tu boca entreabierta.
El Sol escapándose hacia nuevos días.
El viento desordenando las cortinas.
Nuestro olor manchando las sábanas.
Seamos siempre este fotograma.
Esta foto en sepia de la vida sin prisa,
de los problemas al otro lado de la ventana,
de este rodar a veces suave y a veces intenso,
de este sábado cálido de noviembre
donde fuimos sólo dos y fuimos el mundo entero.
8/11/11
momentos extraños [poemas]
2/11/11
recordarme en ti [poemas]
recuerdos borrosos que no se recuerdan,
vanos intentos de la memoria por volver
al tiempo que somos ahora,
jóvenes y bellos,
amantes desnudos viviendo el momento.
No recordaremos quizá esa caricia
que me regalas cada noche y que eriza mi pelo.
La mente ingrata no sabrá
que nos amamos y nos odiamos,
que hicimos el mundo nuestro,
que gritamos en mitad del Ebro,
que escalamos montañas en Bolivia,
que jugamos como niños en Perú,
que corrimos por Nueva York,
que caminamos por Pompeya,
que atravesamos en góndola Venecia,
que nos escondimos tras las gárgolas de Milán,
que escribimos postales desde Inglaterra,
que miramos más allá del Ganges,
que nos besamos sin aliento en los Andes,
que soñamos con el África negra,
con molinos rojos en París
y con el futuro en Latinoamérica.
No recordaremos
que amontonamos recuerdos,
que soñamos libres,
que fuimos eternos.
Esa es mi carga y mi condena.
Ese es mi miedo:
Mirarte un día a los ojos
y no recordarme en ellos.
30/10/11
fuimos inevitables [poemas]
como si nos conociésemos de antes;
tan solo caminábamos de pronto
mirando en la misma dirección;
y antes de que mi cuerpo lo notase,
ya estaba mi mano entrelazada con la tuya.
Fluíamos tan solo.
Éramos la expresión de lo inevitable.
Como inevitable fue
que mi boca buscase tu boca,
y tu boca mi ombligo,
y la mía tu sexo.
Fue inevitable. Fuimos. Seremos... Inevitables.
26/10/11
de madrid [poemas]
de manifestaciones y de cambios,
de demagogia disfrazada de campaña política,
de mendigos, putas y luces de neón,
me llevo la poesía de sus calles mojadas.
Me alejo, mirando atrás, con el regalo del tiempo,
que me ha entregado la ciudad sin su prisa:
Madrid como la ven los que han dejado de esperar.
Madrid bullicioso que se hacía silencio en mis oídos.
Madrid de amigos y de cañas y de risas.
Madrid de paraguas para uno, de detalles ocultos, de sentimientos removidos.
Aquí, donde convergen las diferencias,
las que nos separan y las que nos unen.
En este lugar que sigue siendo el de los sueños rotos
y el de los futuros prometidos.
Aquí, donde los gatos callejeros maúllan a la luna,
como en cualquier otra ciudad del mundo.
Aquí fui sólo un par de pies más que caminaban buscando su rumbo.
Me llevo de este Madrid dos libros de poemas,
recuerdos que se harán borrosos en mi memoria,
sonrisas a una cámara de fotos,
su belleza y su decadencia,
su grandeza y su miseria;
esa canción muda que late bajo las aceras, sobre sus edificios,
en las farolas que alumbran a los sonámbulos y a los locos.
Me llevo Madrid en los bolsillos de la piel.
Me llevo su poesía tatuada sin tinta.
24/9/11
marionetas [poemas]
este pánico a querernos de más,
estas ansias de soñar un poco más lejos,
un poco más deprisa,
un poco más salvaje;
somos estas ganas de morir o matar.
Este conmigo hasta la muerte.
Este contigo no puedo respirar,
pero me falta el aire si te alejas,
pero se hunde mi luna en el mar si te vas.
Somos sólo marionetas
en este teatro que llaman amar,
con los hilos enredados
de tanto interpretar finales rotos,
principios eternos,
amaneceres de cristal.
Y es tan fácil al final…
Sólo tienes que coger mi mano y caminar.
8/9/11
mi futuro en ti [poemas]
19/8/11
vergüenza [mis cosas]
Vergüenza. Vergüenza deberían sentir los dirigentes de un país que se define en su Constitución como aconfesional cuando reiteradamente comulgan con ruedas de molino, agachan la cabeza y dicen sí a unas creencias y no a otras. Cuando no sólo hacen un mal uso de mis impuestos, sino que abren sus puertas y su sonrisa a quienes han silenciado CRÍMENES tan deplorables como la pederastia.
Vergüenza. Vergüenza deberían sentir los que lucharon por vestir un uniforme para defender a su pueblo y ahora acallan las voces discordantes respondiendo con golpes a las palabras.
Vergüenza. Vergüenza deberían sentir los líderes espirituales de la ignorancia, que arengan desde Mercedes blindados, vestidos con casullas bordadas con hilo de oro, a quienes sólo pueden creer que echando en un cestillo los 5 céntimos que no les sobran de su pensión de jubilados salvarán sus pobres almas, o a quienes sólo obtienen más miseria, enfermedad y muerte, a cambio de seguir a un Dios que, según les dicen, está a favor de la vida. Y en contra de los anticonceptivos y el progreso, de paso.
Vergüenza. Vergüenza deberían sentir todos los que de una forma u otra han prostituido la religión, han comerciado con la fe de los hombres, han convertido algo intimo, privado, atávico del ser humano, en algo tan público que parece un circo. El de los horrores. En algo que hace tiempo que nada tiene que ver con Dios ni con los valores que tanto promulgan. En algo tan inmoral que no soporto más sermones, más clases de moral, más discursos sobre ética en boca de quien no la tiene. Y mucho menos con mi dinero. Y mucho menos en mi nombre.
1/8/11
frenando [viajes / mis cosas]
25/7/11
preparando la mochila, un año más [viajes / mis cosas]
Un año más. El mundo girando en su desastre. Tu vida agotándose, como esa última copa que bebes entre risas y bailes, sabiendo que te matará. Los problemas a tu alrededor, como una constante. Los tuyos. Los de los que te rodean. Los de un mundo que no entiendes. Tus lágrimas, cada año un poco más tímidas, cada año un poco más amargas. Tu risa, cada año un poco más excesiva, cada año un poco más descarada. Y en mitad de tu carrera a ninguna parte, eliges la puerta de emergencia. Un año más, huyes.
Preparas los billetes de avión, las vacunas, el pasaporte, te rodeas de quienes sabes que no te fallarán en la aventura, y desapareces. Y un año más tu conciencia sigue siendo tu peor enemigo... Por irte tan lejos, por gastar tanto dinero, por ir como un burgués más a conocer lugares en los que se sufre demasiado... Y un año más le cuentas a tu conciencia que trabajas duro todo el año para pagar esos viajes, que sería de locos no aprovechar las oportunidades que te brinda la vida, que intentas hacer turismo responsable, que no es tan terrible...
Y así un año más, llenas tu mochila con todo lo necesario para pasar una temporada alejada de todo, con tu cámara de fotos, con tus ganas de huir y de quedarte, con tus lágrimas y con tus risas, con tu cansancio, con tu conciencia y con tus miedos. Y esta vez, con una guía de Tanzania y un prismáticos. Comienza la cuenta atrás...
19/7/11
si decides venir [poemas]
No soy la princesa que esperabas,
mi vestido no es rosa, ni mis zapatos de charol,
y cuando sonrío no desprendo polvo de hadas.
Perdí la inocencia hace unas cuantas patadas,
y se me agria demasiadas veces la ironía en la mirada.
Cuando río, lo hago a carcajadas,
pero cuando me vuelvo oscura,
se vuelve demasiado afilada mi navaja.
Y me puede la rabia de no poder darte nada más,
y se me pudre el alma
de tener tan usadas las palabras.
Soy lo que ves,
y lo sabes,
y conoces también la daga
escondida bajo mi almohada.
Y sabes que decirte cambiaré
es sólo otra palabra desgastada.
Quizá sólo te pueda ofrecer
un camino lleno de baches,
un manojo de errores y desastres,
vértigo, ganas y miedo a partes iguales.
Pero si digo ven y decides venir,
como yo te amo, créeme,
como yo te amo nunca te va amar nadie.
16/7/11
la razón de mis desvelos [poemas]
Dos miradas que se encuentran,
que saben interpretar un gesto,
tu mano en mi cadera,
mi silencio en tu silencio.
Sin espacio entre el espacio que nos separa,
sin tiempo para detenernos en más deseo.
La vida contenida entre mis piernas,
el mundo girando en torno nuestro.
Lee en mi piel lo que no te digo,
leeré sobre la tuya la razón de mis desvelos.
Escribe con tus manos el camino,
tatúa en mi cuerpo este instante eterno.
12/7/11
tormenta de verano [mis cosas]
Quiero regresar a esa edad en la que no corríamos cuando nos sorprendía la tormenta.
Cuando tú me mirabas, empapada bajo la lluvia, y acercabas tu cuerpo mojado al mío, que tiritaba más de ganas que de frío.
Recuerdos de ropa pegada al cuerpo y pezones desafiando al tiempo. En esos años en los que no nos refugiábamos de las tormentas de verano.
10/7/11
ni fuimos ni somos ni seremos [poemas]
Pudimos ser eternos.
Pudimos ser guerreros
en el mismo ejército.
Pudimos ser la sonrisa
que devuelve otra sonrisa.
Pudimos ser todos los abrazos
que se perdieron
en el vacío del tiempo.
Pudimos ser.
Pero no fuimos.
Ni fuimos. Ni somos. Ni seremos.
Sólo resta
encontrar la forma
de ocultar la cicatriz
por donde una vez
se unieron nuestros cuerpos.
Sólo tengo que aprender
a vivir con el dolor
de saber que sólo serás recuerdo
de lo que no pudimos ser,
de lo que serás sólo en mis sueños.
29/6/11
el encuentro [ficciones]
17/6/11
nosotras [poemas]
porque siempre en el camino encuentras piedras,
porque anulan tu sexo,
porque niegan tu voto,
porque te obligan a rendir obediencia.
Y tú, luchas.
Con tus dientes,
con tus entrañas,
con tu sonrisa.
con tu vagina.
Tú, luchas.
Eres madre sin hijos.
Eres hija sin madre.
Amante sin amor.
Princesa sin corona.
Eres dama, eres puta, eres señora.
Eres eso, y eres más.
Eres persona.
Eres cada una de las mujeres,
que habla sin voz a través de una lágrima.
Eres cada una de las mujeres,
que llora sin lágrimas a través de un grito.
Eres ellas. Eres yo. Eres nosotras.
Eres todo lo que se esconde
tras la palabra femenina.
Eres orgullo y eres mujer.
Y eres, también eres, cada uno de los hombres
que lucha por nuestra lucha,
cuando mira de frente a una de nosotras.
13/6/11
vencer al gris [mis cosas]
Ves los años pasar en tus manos, en la comisura de tu boca, en torno a tus ojos, en tus resacas, que cada domingo duelen más, en tus rutinas, que cada día parecen más aburridas. Pero ahí no duelen demasiado los años. Ahí sólo es necesario imprimir más fuerza a lo que haces, poner el acento en otras cualidades que no sean sólo físicas, o vivir siempre buscando nuevas alegrías.
Los años duelen cuando te roban la magia. Cuando dejas de intentar luchar por cambiar lo que no entiendes, lo que es injusto. Cuando el gris de la ciudad se te mete en las entrañas y tiñe también tu alma del color de la ceniza. Cuando la impotencia le gana la batalla a tus ganas. Cuando comienzas a pensar que la vida es tan injusta que no se merece que la sigas sonriendo...
Y ese es un dolor insoportable. Y no hay palabras que te ayuden, ni mano en el hombro que calme tu pena. Estás solo con tu dolor. Puedes abandonarte a él hasta que cese, hasta que el gris te anestesie de tal forma que deje de doler. O puedes luchar. Luchar aún sabiendo que es imposible. Luchar aún con la certeza de que la batalla está ya perdida. Luchar siempre con tu mejor sonrisa.
El que sepa leerte, sabrá que tras esas lágrimas, se esconde un abismo de dolor y una sonrisa.
21/5/11
17/5/11
mi utopía [mis cosas]
No quiero salirme del sistema. Quiero cambiarlo. Tengo un buen trabajo, un coche y la mejor casa que una hipoteca me ha permitido tener. Escribo estas líneas desde mi MAC, mientras reviso el Iphone y la música fluye a través de Internet. Y me gusta. Me gusta la ciudad, soy hija del asfalto.
No quiero vivir en una granja. No quiero cultivar lechugas y cambiártelas por tomates. No elijo una vida tranquila y silenciosa, leyendo libros y viendo la vida pasar tumbada al sol. No lo quiero.
Pero tampoco quiero que mis impuestos financien guerras, que mi gobierno decida si dos personas del mismo sexo pueden amarse y demostrarlo públicamente, o que la iglesia católica pueda tener su casilla en mi declaración de la renta _aunque no la marque_ y otras iglesias no.
Quiero que con mis impuestos se reparta mi suerte a otros que no tienen tanta. Quiero que mis horas extras sean otro puesto de trabajo. Y quiero que ese puesto de trabajo no sea precario. Quiero cambiar muchas cosas. Creo que tienen que cambiar muchas cosas. Pero los cambios no son sencillos.
Utopía no hay que soñarla. Utopía hay que construirla. Y creo que, en Democracia, Utopía se construye en las urnas: No dejando que tu indiferencia haga que otros elijan por ti. No regalando un voto en blanco a las mayorías. No perpetuando un sistema de repartos que ya se ha demostrado que no funciona. Infórmate, defínete, exprésate, provoca el cambio.
Todo era más fácil cuando en mi Utopía sólo vivía yo, cuando mi única preocupación era elegir el color de la tiza con la que pintaría mi cielo, cuando no importaba que fuera azul.
15/5/11
aunque se rompan mis sueños [poemas]
una ilusión con agujeros,
y un recuerdo triste que no es mío;
me lo regalaron ellos,
los que vivieron el miedo,
los que no se resignaron al silencio,
los que lucharon por conseguir
que yo pueda elegir qué quiero.
Pero se me escapa la risa por los huecos,
se me rompieron las ilusiones
de no usarlas,
se me quebró la voz,
y ya no canto,
de permanecer tanto tiempo en silencio.
Me quedé con las ilusiones rotas,
sin canciones
y sin sueños,
pero tengo hilo, aguja y dedal,
para coserle a mi ilusión,
tarareando,
parches de sueños.
Aprenderé a coser.
Aprenderé a cantar.
Por mí,
por los que vendrán
y por lo que se fueron.
Aprenderé a soñar
aunque se rompan
una y otra vez mis sueños.
9/5/11
te espero [poemas]
de morderse las uñas,
de tocarse el pelo,
de esperarte impaciente,
cuando estás lejos.
Ya no se para mi mundo,
no se rompe mi espejo,
no cesa el ruido,
ni me visto de negro.
No me fumo tus colillas,
no beso tu fotografía,
no me peino con tu peine,
ni me muero por dentro.
Y sin embargo,
todo es mejor si tú estás.
Y sin embargo,
soy más feliz si te siento.
Y sin embargo,
te espero, amor, siempre te espero.
Y aún cuando llegas y me tocas,
y siento tu aliento en mi cuello,
todo se vuelve más fácil,
me sonríe el corazón,
y algo en mi interior sigue naciendo.
27/4/11
seguiré caminando [mis cosas / viajes]
Caminar. Un plan sencillo. Recorrer los mismos caminos que han recorrido durante años, durante siglos, peregrinos venidos de unos y otros lugares, con unos u otros objetivos. Caminar, siguiendo, o más bien encontrando, tu propio objetivo. Cuando decidí que quería hacer el Camino de Santiago, o mejor dicho parte de él por cuestiones de tiempo, no lo pensé demasiado. Simplemente un plan más con amigos a los que nunca puedo ni quiero decir que no (por algo he compartido con ellos algunos de los momentos más importantes y decisivos de mi vida, aquí, aquí o aquí, por ejemplo). Disfrutar de tiempo con ellos y poner a prueba mi propio estado físico, comprobar si las horas de gimnasio estaban sirviendo para algo... No buscaba nada más en principio. Según avanzan los años, tomo las decisiones de este tipo más deprisa, para evitar que la comodidad, la rutina o el miedo tomen la decisión por mi antes.
Y así comencé a caminar. No han sido muchos kilómetros ni muchos días, pero han sido los suficientes no sólo para compartir risas, confidencias y momentos de silencio en compañía irrepetibles, sino para pasar tiempo a solas, enfrentándome a esaotra que se esconde entre mi corazón, mi mente y mis entrañas, y que sabe siempre golpearme donde más me duele y ponerme siempre al límite de mi propia paciencia. Me ha dado tiempo a pensar, a recordar, a soñar, pero sobre todo a dejar por fin la mente en blanco, algo tan sencillo y que sin embargo este ritmo frenético que he dejado que se meta en mi vida no me suele permitir hacer.
No ha sido revelador. No me he encontrado. No he encontrado a Dios. Ni el sentido de la vida. Ni me he perdonado a mi misma. Ni he hecho una lista de cosas que debo hacer antes de morir. Sólo he pasado tiempo a solas conmigo misma y he conseguido sobrevivir. Mi cuerpo ha respondido: No hay agujetas. No hay ampollas. No hay dolor. Mi mente, también. Ese ha sido mi camino. Muchas imágenes grabadas en mi retina _el compañerismo en el camino, el afán de superación, las risas nocturnas en los albergues, las quejas compartidas por el agua fría..._ y muchas sensaciones _el olor del bosque, el sonido de mi respiración, el sol entre los árboles, la lluvía en el asfalto..._ marcadas a fuego en mi alma. Y el balance, si tengo que hacer alguno, lo tomo prestado de una muy buena amiga: "Seguiré caminando".
17/4/11
I maratón fotográfico el correo santurtzi 2011 [mis cosas / fotografía]
Resulta que en noviembre de 2010 me apunté a un maratón fotográfico. Y resulta que me lo pasé tan bien, que cuando han organizado otro igual en Santurtzi, allí estaba yo. Me gustaron más las fotos que conseguí en el de Barakaldo, pero en éste como en aquel, disfruté tanto del paseo, de las risas con los amigos, del sol, de esos momentos de concentración mirando a través del visor, que lo menos importante, fueron las fotos.
3/4/11
los puntos cardinales de tu ombligo [poemas]
y tú empeñada en seguir invernando en tu invierno;
y de pronto su mano estendida
ofreciéndote no caminar más a la deriva,
y tú perdida, corriendo,
buscando la forma de escapar de ti misma.
Se te escapan los días
como palabras no dichas;
se te mueren las noches
como sueños soñados demasiado deprisa.
Se te agolpan a veces demasiado dentro las caricias,
se te llenan los brazos de abrazos que no terminan,
se te colapsan los ojos de miradas que no enfocan,
se te atascan en los pulmones gemidos ahogados por la rutina.
Y das vueltas,
y rodeos,
y te pierdes y te encuentras,
en las cuatro esquinas de la cama,
en las cuatro paredes de la casa,
en los cuatro límites del mundo.
Norte, Sur, Este, Oeste,
buscar y encontrar el camino,
siguiendo la brújula que marca
los puntos cardinales de tu ombligo.
1/4/11
la versión de mudito [ficciones]
29/3/11
under pressure [poemas]
Más fuerte.
Más alto.
Grita.
Si el mundo te empuja y caes,
no te des por vencida.
Sacúdete el polvo,
aprieta los dientes,
sonríe a la desdicha.
Deja atrás el pasado.
Olvida.
Construye. Avanza. Camina.
Piensa en ti
y en los demás,
en los de abajo,
en los de arriba.
Reflexiona. Aprende. Crece.
Da las gracias.
Aprovecha tu vida.
Respira... Por un momento... Sólo respira.
22/3/11
una y otra vez [poemas]
Cíclicamente.
Obsesivamente.
Compulsivamente.
Una y otra vez.
Al recuerdo de tu piel.
No poder.
Por más que quiera.
Por más que mienta.
Por más que lo intente.
Una y otra vez.
Olvidar que tú sacias mi sed.
Desear.
Querer.
Aquí y ahora.
Ahora y siempre.
Una y otra vez.
Sentir tu calidez.
21/3/11
el molde de mi cuerpo [poemas]
no he venido hoy
a ofrecerte mis palabras.
He venido a buscarte y a saciarte,
a encontrarte a ti en mi gozo;
a provocar ese momento
en el que sonríes con los ojos
y hablas con las manos;
ese momento en el que nada existe
salvo el calor y nosotros.
He venido a ser
la otra mitad de una historia
escrita en tu piel con mis dedos.
He venido a que seas,
si tú quieres,
el molde de mi cuerpo.
4/3/11
una mirada tuya [poemas]
Esas ganas de que no haya nada más.
De que todo cese,
excepto tu voz
susurrada en mi oído.
De que todo cambie,
excepto tu lengua
explorando mi ombligo.
De que todo desaparezca,
excepto tu boca,
calmando mi sed.
De que todo permanezca,
excepto nosotros
saltando al vacío.
17/2/11
el huracán (III) [mis cosas]
Personas que querrías, que necesitarías, tener cerca y no son más que una foto espiada a escondidas. Caras que deberían resultarte familiares, y que cada vez se te antojan más irreales, más lejanas. Distancia que no se mide en kilómetros, sino en lágrimas. Las que derramas y las otras, las peores, las que se te van quedando dentro, cuando aprietas los dientes, cierras los puños y te escondes tras esa máscara de indiferencia e ironía que se empieza a confundir ya con tu cara.
Lo que no nos mata, nos hace más fuertes. Y más fuerte te ha hecho cada lágrima que te has tragado, cada palabra que te has callado, cada abrazo que no has dado. Y así sigues, con toda tu fuerza, con tu supuesta indiferencia, con tu ironía y con tu máscara, espiando fotos y tragando lágrimas.
7/2/11
mientras llegas [poemas]
Otros, en cambio, sólo sonrío
encerrada en mi misma;
cuando nadie me ve,
te dedico mis sueños.
Y mientras tanto,
esté inquieto o en calma mi centro,
mi reflejo es siempre igual,
imperturbable en apariencia,
aplazando crecer, tomar decisiones,
aplazando incluso pensar demasiado en ello...
Porque no soy fuerte
y si lo pienso mucho,
me duele demasiado tu recuerdo.
Un recuerdo que no existe y aún así guardo muy dentro.
4/2/11
ganas de ti [poemas]
De amarte sin prisa,
lejos del cansancio,
de escalar por tus piernas
y descender por tu ombligo,
de besar tu intimidad,
y abrazar tus secretos escondidos.
Tengo ganas.
De que tengas ganas
de descubrir lo que tengo
para ti escondido,
de que desciendas a mi infierno
y vueles a mi cielo
en el mismo momento.
Tengo ganas.
De vibrar,
de emborracharme de ti,
de ser tu alimento,
de sentir ese sueño
_húmedo, febril, intenso_
que nos detiene en el tiempo.
30/1/11
si no hubiese un contigo [poemas]
saborearemos juntos la rutina,
justo antes de romperla
inventando cada noche una historia nueva
entre las sábanas,
en la cocina,
en la bañera.
En cualquier rincón que nos recuerde
que estamos solos y a salvo,
que hasta aquí no llega la tormenta,
que el mundo se duele a veces,
que caen países,
que estallan guerras,
que se pierden a veces los amigos,
que se mueren los seres queridos,
que la vida siempre aprieta un poco más,
que sería insoportable si no hubiese un contigo.
27/1/11
liberación [ficciones]
26/1/11
días que se agotan [poemas]
entre facturas y cafeteras.
Maquillaje para maquillar ojeras;
agua caliente para calentar conciencias.
Días que se agotan
sin tiempo para ser sentidos.
Prisas vestidas de traje y corbata;
tacones resonando con fuerza contra la acera.
Días que se agotan
cargados de problemas de primer mundo;
que se agotan y me agotan,
que me hacen olvidar mi esencia.
Y de pronto tu mano en mi cadera,
bajando suavemente entre mis piernas,
tus palabras prometiendo besos;
tu paz en medio de mi guerra.
Se agota el día y yo me agoto en tu esencia.
Y llega de pronto el equilibrio.
Se nivela mi balanza. Cesa la tormenta.
14/1/11
mi espejo [poemas]
por esos labios que me susurran palabras prohibidas,
por todo lo que ves cuando me miras,
por lo que me dices, y por lo que callas,
aunque me lo cuenten tus pupilas.
Porque tus manos encuentran siempre
el camino a mi deseo;
porque sabes encontrar en la oscuridad
el límite de mi cuerpo.
Porque siempre me reflejas
más de lo que cuenta mi espejo;
porque siempre me devuelves
mucho más de lo que entrego.
No te amo sólo por lo que eres y por lo que no;
te amo por lo que provocas que sea yo.
9/1/11
mis treinta [mis cosas]
Éste es el año. Ha comenzado la cuenta atrás. Por más que intentes aplicar aquello de que las cosas tienen la importancia que les das, la sientes. La presión. Esa que imponen las convenciones establecidas. La que marca la mirada de tu madre cuando te ve, tras otro fin de semana desaparecida. La que te lanzan con sus indirectas los que ya llegaron a ese punto donde tú no quieres llegar aún, cuando te maquillas de nuevo para salir de fiesta. La que te recuerda tu nevera cargada de cervezas, bombones con licor y yogures caducados. La presión que vive latente en tu propio interior, ese reloj que intentas ignorar pero que martillea con su tic-tac insistentemente en tu cabeza, en tu vientre...
El futuro llamando a tu puerta. Y tú bailando tu último tango en París, quemando tus últimos cartuchos, viviendo con los pies a dos palmos del suelo, con la cabeza llena de pájaros y el alma llena de recuerdos... Éste es el año. Comienza una nueva década. La de sentar la cabeza. Toda esa presión te lo recuerda. Pero ya has vivido esto antes. Puedes seguir ignorando la presión un poco más, aunque te pillen tus treinta...
1/1/11
medianoche [ficciones]
Tan pronto como la enfermera aparcó en un rincón su silla de ruedas y la dejó sola, el frío del silencio la rodeó y la sensación de vértigo, de estar en el sitio equivocado, se hizo más patente. Más dolorosa. A pesar de los calmantes que le habían inyectado en la ambulancia, un intenso dolor le recorría la espalda, tenía las piernas adormiladas, y el collarín que le habían colocado le molestaba en el cuello. En su mente, se acercaba a aquella curva una y otra vez. Y una y otra vez perdía el control de su moto... La estaban esperando... Aquello no podía estar pasando.
De pronto, el sonido del televisor la hizo reaccionar. Un enfermero, divertido, ajeno a lo que sucedía en aquella sala de espera, subía el volumen del aparato, haciendo caso omiso del cartel que rezaba justo debajo ‘silencio’. La hora estaba llegando. Ella sabía que era sólo una noche más, que tendrían mucho que celebrar a partir de entonces. Sabía que había tenido suerte. Sabía que no tenía que llorar… Pero faltaban sólo dos minutos y estaba allí, sola, perdida en ese angustioso silencio que ni el histriónico sonido del televisor conseguía disipar… Un minuto… Tan cerca y tan lejos de casa…
Cuando llegó a la sala de espera, estaba casi vacía. Recorrió con su mirada las caras que se volvieron perezosas hacia él. Su mirada se iluminó cuando se encontró con la de ella.
Mientras se besaban, a ella el collarín le seguía haciendo daño en el cuello, tenía las piernas adormiladas, y un intenso dolor le recorría la espalda. Pero él estaba allí. Cuando la aguja del reloj señaló la medianoche, entraron juntos en el nuevo año. Y todo lo demás, dejó de tener importancia.