Días que se agotan
entre facturas y cafeteras.
Maquillaje para maquillar ojeras;
agua caliente para calentar conciencias.
Días que se agotan
sin tiempo para ser sentidos.
Prisas vestidas de traje y corbata;
tacones resonando con fuerza contra la acera.
Días que se agotan
cargados de problemas de primer mundo;
que se agotan y me agotan,
que me hacen olvidar mi esencia.
Y de pronto tu mano en mi cadera,
bajando suavemente entre mis piernas,
tus palabras prometiendo besos;
tu paz en medio de mi guerra.
Se agota el día y yo me agoto en tu esencia.
Y llega de pronto el equilibrio.
Se nivela mi balanza. Cesa la tormenta.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
animo :*
Muy bonito :)
Luchemos contra la rutina, aunque intente destruirnos. Nosotros somos más fuertes.
Por cierto, gracias por poner mi blog en el tuyo. Muchas gracias por los comentarios y por todo. Muchas gracias.
Marcos, gracias a ti por las risas... Y por hacerme pensar! :)
Asier, besos de vuelta :*
Publicar un comentario