28/12/07
cuando llega ella [poemas]
Pecado por querer a un hombre
a la vez que amo a una hembra.
A él le amo durante el día,
pero cuando la noche se acerca,
silenciosa y frágil, llega ella.
Sonríe, se desnuda y baila.
Hasta mi se acerca y me acaricia,
mientras mueve, lentamente, sus caderas.
La noche ya es sólo nuestra,
y ella sólo mía,
y sólo suya mi esencia.
Cuando el primer rayo de luz
entra por mi ventana,
nos encuentra a las dos rendidas y abrazadas.
Tan unidas ya que un solo cuerpo
formamos la Poesía y yo.
25/12/07
nuestra fuerza [poemas]
para llegar
al mismo punto siempre
y volver a empezar.
Interrogar,
para saber
lo que ya sabemos
sin tener que preguntar.
Llorar,
para hacer nuestra
otra vez
la misma verdad.
Que nos amamos
y nos odiamos,
dependiendo del día,
y sin embargo,
hemos decidido
compartir nuestras vidas.
Y reír,
al fin
al comprender
que somos más fuertes cada vez.
24/12/07
otra navidad [mis cosas]
Ya está aquí de nuevo. Todavía ni siquiera te ha dado tiempo a jugar lo suficiente con los juguetes del año pasado y otra nueva nueva Navidad ya te ha pasado por encima.
Un mes pensando qué le pedirás al Olentzero para hacer felices a tus seres queridos, dos semanas organizando con tu madre y tu hermana el extenso menú de la cena, tres horas decidiendo la colocación precisa de los adornos del árbol, un Belén en casa de dos ateos, 200 mensajes de móvil, 500 emails, diez kilos de polvorones y otros tantos de turrón y bombones tirando por los suelos lo poco que habías conseguido hacer en todo un año de sufrimiento en el gimnasio, el eterno debate sobre qué hacemos este año en Nochevieja, los demasiados cubatas en la cena de Navidad de la empresa, los interminables paseos por las tiendas para buscar el vestido perfecto para la citada cena, y los zapatos, y un collar bonito que le vaya bien, y una medias que hace frío, y la peluquería, y...
Y la Navidad pasandote por encima, y un año que termina y otro que comenzará cargado, seguro, de buenos própositos que, cuando llegue la siguiente Navidad, comprobarás al echar la vista atrás que no has cumplido...
¡Feliz Navidad!
16/12/07
mi princesita [mis cosas]
A veces disfrutas más de las cosas a través de los demás que de ti mismo. Por mucho que te guste algo, si consigues ver tu ilusión en los ojos de otra persona, la sensación será siempre infinitamente mejor. Por eso, por mucho que me guste el teatro y el libro 'El principito', sin duda lo mejor de ver ayer la obra no fue la obra en sí, sino las luces de los focos reflejadas en los ojos de mi sobrina, fascinada por la increible puesta en escena que nos dejó ver al Principito, interpretado por Eduardo Casanova (famoso actualmente por su personaje de Fidel en la serie de televisión Aida), tal y como nos lo habíamos imaginado.
Gracias a un elaborado escenario lleno de partes móviles y poleas que permitían al Principito volar, la productora Come y Calla consiguió dar a la obra la misma magia y trasfondo del libro. Una obra en principio sencilla, pueril a los ojos de los que no saben leer entre líneas, y que encierra en pocas páginas y algunas ilustraciones una verdad esencial: que son los ojos de los niños, de los inocentes, de los buenos de corazón, los que saben de verdad valorar las cosas en su justa medida, los que saben discernir qué es lo de verdad importante, cuáles son las preguntas que han de ser contestadas y cuáles no merecen la pena. Lo esencial es invisible para los ojos.
Fue una pena que, cuando el Principito cayó al escenario fulminado por el veneno de la serpiente, los adultos sólo puediesemos ver a un actor rodar rápidamente hacia atrás hasta caer en un desnivel semi-oculto por la larga y voluminosa cola de la boa. Sin embargo, ella, mi princesita, comprendió que de verdad él había viajado hasta su planeta, sin saber muy bien cómo. ¿Cómo lo ha hecho, tía? ¿Cómo ha desaparecido?. La magia del Teatro y de una joya de la Literatura vistas por los ojos de un niño. Eso es lo esencial, y espero que el adulto que hay en mi no me impida jamás verlo.
15/12/07
pragmatismo [poemas]
Demasiado alto elevan algunos su suerte.
¡Hermano, dame pan!
y un hogar donde secar mis penas.
Si algo no tiene un fin o uso determinado no hay razón para que tal cosa exista.
10/12/07
sigo aquí... [mis cosas]
Aquí, en algún lugar, sigo viva. Prisionera, cautiva de mi propia vida, sigo existiendo aunque apenas tenga tiempo ni fuerzas para gritarlo, para compartirlo contigo que me lees sin ser visto y que quizá también sobrevivas como yo a tu propia vida.
Me atrapó hace unos días la otra y amenaza con no soltarme, al menos no sin combatir primero. La otra. La que no es capaz de escribir más que aburrido código para alimentar máquinas grises y documentos para dar de comer a mentes también grises, la que pone lavadoras, la que va corriendo a todos sitios, la que ahorra lo que gana, la que nunca sale sin abrigo, la que acompaña a su familia a los hospitales, la que llora las desgracias de sus seres queridos.
Ella es la culpable y sin embargo no puedo culparla porque, según me han explicado, así deben ser las mujeres cuando dejan de ser niñas. Porque ella no hace más que lo que tiene que hacer, porque sin ella quizá los pájaros me hubieran hecho volar demasiado lejos y ahora no podría tener todo lo que tengo.
Así que tendré que tener paciencia y dejarla hacer ahora que todo se complica, porque ella es la que sabe manejar las riendas de esto que llaman vida adulta. Quién sabe, si me porto bien y soy buena, quizá me deje volver por aquí de cuando en cuando y pueda seguir perdiendo el tiempo con esa otra que intenta ver el mundo a través de un cristal de colores.