esa otra que soy yoesa otra que soy yo

16/12/07

mi princesita [mis cosas]

A veces disfrutas más de las cosas a través de los demás que de ti mismo. Por mucho que te guste algo, si consigues ver tu ilusión en los ojos de otra persona, la sensación será siempre infinitamente mejor. Por eso, por mucho que me guste el teatro y el libro 'El principito', sin duda lo mejor de ver ayer la obra no fue la obra en sí, sino las luces de los focos reflejadas en los ojos de mi sobrina, fascinada por la increible puesta en escena que nos dejó ver al Principito, interpretado por Eduardo Casanova (famoso actualmente por su personaje de Fidel en la serie de televisión Aida), tal y como nos lo habíamos imaginado.

Gracias a un elaborado escenario lleno de partes móviles y poleas que permitían al Principito volar, la productora Come y Calla consiguió dar a la obra la misma magia y trasfondo del libro. Una obra en principio sencilla, pueril a los ojos de los que no saben leer entre líneas, y que encierra en pocas páginas y algunas ilustraciones una verdad esencial: que son los ojos de los niños, de los inocentes, de los buenos de corazón, los que saben de verdad valorar las cosas en su justa medida, los que saben discernir qué es lo de verdad importante, cuáles son las preguntas que han de ser contestadas y cuáles no merecen la pena. Lo esencial es invisible para los ojos.

Fue una pena que, cuando el Principito cayó al escenario fulminado por el veneno de la serpiente, los adultos sólo puediesemos ver a un actor rodar rápidamente hacia atrás hasta caer en un desnivel semi-oculto por la larga y voluminosa cola de la boa. Sin embargo, ella, mi princesita, comprendió que de verdad él había viajado hasta su planeta, sin saber muy bien cómo. ¿Cómo lo ha hecho, tía? ¿Cómo ha desaparecido?. La magia del Teatro y de una joya de la Literatura vistas por los ojos de un niño. Eso es lo esencial, y espero que el adulto que hay en mi no me impida jamás verlo.

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