La felicidad es ese momento
en el que somos calma efímera
tras la batalla.
Tu mano deslizándose por mi espalda.
Mi lengua recorriendo tu boca entreabierta.
El Sol escapándose hacia nuevos días.
El viento desordenando las cortinas.
Nuestro olor manchando las sábanas.
Seamos siempre este fotograma.
Esta foto en sepia de la vida sin prisa,
de los problemas al otro lado de la ventana,
de este rodar a veces suave y a veces intenso,
de este sábado cálido de noviembre
donde fuimos sólo dos y fuimos el mundo entero.
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6 comentarios:
Qué genial, por dios.
Muchas gracias, Ellen! :)
Me gustó, me gustó!!
¿Es de tu autoría?
http://pasalayquenovuelva.blogspot.com
Ves como yo tengo razón? Tu sabes escribir. Y muy bien además!!!
Hay fotos que siempre se quedan impregnando nuestra memoria, ese negativo que jamás se vela.
Este es uno de esos mensajes que viene bien recordarse de vez en cuando, sobretodo cuando la carretera desliza por el hielo y corremos riesgo de pegarnosla.
Me ha gustado mucho : ]
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