Vergüenza. Vergüenza debería darles a todos los que se santiguan, pagan su mochilita para ver al Papa y no hacen nunca nada más. Nunca. Ni ir a misa los domingos. Ni rezar cada noche por las cuatro esquinitas de su cama y los cuatro angelitos que las guardan. Ni mucho menos pensar en el que no tiene ni cama, ni una puta esquina donde caerse muerto... ¿Para qué pensar en ellos? Si ya reza mi iglesia por la salvación de sus almas...
Vergüenza. Vergüenza deberían sentir los dirigentes de un país que se define en su Constitución como aconfesional cuando reiteradamente comulgan con ruedas de molino, agachan la cabeza y dicen sí a unas creencias y no a otras. Cuando no sólo hacen un mal uso de mis impuestos, sino que abren sus puertas y su sonrisa a quienes han silenciado CRÍMENES tan deplorables como la pederastia.
Vergüenza. Vergüenza deberían sentir los que lucharon por vestir un uniforme para defender a su pueblo y ahora acallan las voces discordantes respondiendo con golpes a las palabras.
Vergüenza. Vergüenza deberían sentir los líderes espirituales de la ignorancia, que arengan desde Mercedes blindados, vestidos con casullas bordadas con hilo de oro, a quienes sólo pueden creer que echando en un cestillo los 5 céntimos que no les sobran de su pensión de jubilados salvarán sus pobres almas, o a quienes sólo obtienen más miseria, enfermedad y muerte, a cambio de seguir a un Dios que, según les dicen, está a favor de la vida. Y en contra de los anticonceptivos y el progreso, de paso.
Vergüenza. Vergüenza deberían sentir todos los que de una forma u otra han prostituido la religión, han comerciado con la fe de los hombres, han convertido algo intimo, privado, atávico del ser humano, en algo tan público que parece un circo. El de los horrores. En algo que hace tiempo que nada tiene que ver con Dios ni con los valores que tanto promulgan. En algo tan inmoral que no soporto más sermones, más clases de moral, más discursos sobre ética en boca de quien no la tiene. Y mucho menos con mi dinero. Y mucho menos en mi nombre.
19/8/11
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9 comentarios:
sincero, veraz, inteligente y compartido en mi facebook, mi twitter... y por que no tengo derechos de autor... pero así se debería de oír a más gente
muy bueno... y totalmente de acuerdo
Me uno a voz abierta
kukurucho
Muy bien dicho!
La religión siempre ha servido para tener al pueblo dominado. Es una pena que aún hayan tantos millones de personas que se crean toda esa farsa.
Saludos.
Hola Asun,
yo lo único que veo en todo esto es un cierre perfecto del círculo, buscado con ahínco desmesurado por todos esos jóvenes que urden desde sus residencias universitarias la quema indiscriminada de máquinas de preservativos y gritan eufóricos al son de los acordes de guitarra de Kiko Argüello. El mensaje kerigmático de Kiko llega al pueblo como los goles de Messi o Ronaldo hacen afición, me temo que dentro de poco nada quedará de todo esto y los jóvenes miraremos hacia otro lado sin dar nada por sentado. He leído algunas cosas tuyas y creo que me hago una idea bastante fiel de tu perfil, creo que eres una persona razonable y coherente, por lo que entenderás que esto de comercializar con la fe de los hombres y hacerlo esperpento es algo inevitable, lo que haríamos tu y yo si se nos presentara la oportunidad, como pasa con todas las cosas que tienen la facilidad de generar muchosmuchosmuchos billetes. No podemos sorprendernos de esto a estas alturas!!!
Un saludo
Muchas gracias a todos por la visita y los comentarios!
Riol, muchas gracias por compartirlo.
Murray, no podemos sorprendernos pero sí podemos indignarnos. Y expresar nuestra indignación. Y eso es lo que hago :p
Deje una foto en mi face privado en la que ponia "que le den por culo al papa los pederastas que tiene en nomina" y uno de mis primos me dijo que debia tener más respeto por las personas que tiene fe a lo que no pude contenerme y le envié un link de un artículo en periódico de tirada nacional en el cual informaba de uno de estos casos. Le comenté que respeto a los que se merecen respeto. La fe es tan ciega.
No concuerdo con la referencia a la aconfesionalidad del Estado.
"Aconfesional" supone mantener un Estado en régimen de colaboración con todas las confesiones (todas las religiones son oficiales); así es coherente que, cuanto más numerosa sea una religión (en este caso el Catolicismo no practicante) más "oficial" sea. Si de repente hubiese más musulmanes que católicos no practicantes, el islam sería de hecho la religión más "oficial" de este Estado multireligioso.
La única solución es que ninguna religión sea oficial, es decir: Estado laico. Pero mientras tanto muchos siguen defiendendo la "aconfesionalidad" del Estado sin saber que eso es defende un Estado en el que todas religiones son oficiales.
Un saludo, buen texto.
Javier, muy buena tu apreciación, muchas gracias por compartirla. Toda la razón!
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