Cuando llegó, la puerta estaba entreabierta y la casa en silencio. Entró con todo el sigilo que le permitió su grado de excitación en esos momentos y cerró la puerta tras de sí. Sus ojos tardaron unos segundos en acostumbrarse a la penumbra de la vivienda. Tan pronto como lo hicieron, comenzó a caminar lentamente por el pasillo. Su voz llamándole desde la habitación le indicó el camino. Sobre la cama, ella le esperaba, con una sonrisa pícara en los ojos.
_Creí que no llegarías nunca. Date prisa, mi abuela no tardará en volver del Bingo_ dijo mientras abría la capa roja que la cubría, dejando al descubierto su piel blanca y sus formas apenas insinuadas. El lobo no lo dudó y se abalanzó sobre ella.
7 comentarios:
cada dia me gusta más -esa otra-
narmarant
Coincido, cada día me gusta más este blog.
Ay ama, con lo abandonadete que lo tengo... Jo, muchísimas gracias a los dos! :)
Je, je...
Interesante versión.
Un beso,
http://www.youtube.com/watch?v=YBUm1nKnoMQ
Muack
¿Quién teme a la Caperucita Feroz?.Me ha encantado.
Siempre voy tarde respondiendo comentarios! Pero no sabéis lo feliz que me hacéis cuando los leo! Muchas muchas gracias :)
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