La lluvia caía a intervalos. Cada vez que decidía vencer la pereza y salir a la calle, la lluvia volvía a arremeter con fuerza contra los cristales, frustrando cualquier plan de huída. Sucedía un día tras otro. Ya no recordaba desde cuándo. Estaba resultando demasiado largo aquel invierno.
De pronto una mañana, cuando abrió los ojos, el sol la estaba esperando. Resuelta, saltó de la cama, se puso la ropa y salió a la calle. Caminaba decidida. Sabía a dónde dirigir sus pasos.
Cuando el espejismo del sol desapareció y el invierno se descargó de nuevo en forma de aguacero, estaba preparada. Con sus nuevas botas de agua y su paraguas multicolor nunca más volvería a ver la vida desde el otro lado del cristal.
De pronto una mañana, cuando abrió los ojos, el sol la estaba esperando. Resuelta, saltó de la cama, se puso la ropa y salió a la calle. Caminaba decidida. Sabía a dónde dirigir sus pasos.
Cuando el espejismo del sol desapareció y el invierno se descargó de nuevo en forma de aguacero, estaba preparada. Con sus nuevas botas de agua y su paraguas multicolor nunca más volvería a ver la vida desde el otro lado del cristal.
2 comentarios:
las botas tambien eran multicilor?? jiji, todos tus relatos son parte de tu vida no?? algo asi como una forma de expresar lo que sientes en codigo morse verdad??
Musutxus
ROSA
Por supuesto que las botas eran también multicolor; ante todo, estilo, jeje
Supongo que todo el que escribe deja pasar algo de su impronta al hacerlo, de la misma forma que el que lo lee lo interpreta también desde su propio punto de vista. De todas formas, algunos relatos son pura ficción, pero éste en concreto es una alegoría y un manifiesto de la actitud que quiero tener en la vida, inspirado en el título de un libro que me encanta: 'Gafas de sol para días de lluvía'. Es una gran filosofía de vida, 'al mal tiempo, buena cara', pero dicho de una forma rebuscada :)
Y después de esta txapa _eso te pasa por preguntar, jeje_ gracias por la visita!
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