Pasa el tiempo y los recuerdos se van desdibujando en tu memoria. Los detalles se van quedando atrás. La mente juega malas pasadas y, por más que te esfuerzas, no consigues recordar aquel nombre, no consigues visualizar esa cara... La fotos te traen de nuevo momentos fugaces de nitidez, pero el pozo de la desmemoria se va tragando una a una escenas de aquellos viajes...
Y entonces surje. La memoria colectiva se pone en funcionamiento, y lo que queda _los sentimientos, la sensación de pertenencia a un grupo, esa conexión que te une a través del tiempo y el espacio con los que compartieron contigo ese viaje_ late de nuevo con más fuerza. Como si todavía estuviéseis allí, como si el tiempo no hubiese pasado...
Y te alegras tanto que tu alma sonrie. Porque fue una suerte hacer aquellos viajes... porque fue una suerte encontrar tan buenos amigos...
1 comentario:
Jo, qué bonito, que no lo había leído...sniff,sniff, mil gracias Asul, te adoro.
Besos. La Merchita
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