Ya no eres huracán. Ya no arrasas mi vida. He aprendido a vivir tras tu desastre. Pero sigues soplando con tanta fuerza que tu simple recuerdo hace tambalear mis cimientos. Y no lo sabes... Decidiste seguir tu camino. Decidiste dejarme atrás. Y te odio tanto por ello que no puedo olvidarte. Y me odio a mí por bajar la guardia, por derribar mis muros y salir a buscarte, sabiendo que sólo voy a encontrar aire, los restos de tu huracán empujándome contra el pasado.
«Hay personas que son como un huracán. Pero los daños que causan no se arreglan con un martillo.»
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipMx1QNAbQYnRQo_5Uj-F_A_gVg-PxEjMxmntKEf3IU0O9EdDEwnJyyo1lem2s3nkPye6ZxTGu9xQBjlp3B9ES7NFz3j5FsoTgRL9LjvztbMmQZ-qgo2smak-vZsVc7f0YQt0yRgF4YAI/s640/Huracan.jpg)
«Hay personas que son como un huracán. Pero los daños que causan no se arreglan con un martillo.»
No hay comentarios:
Publicar un comentario