Llegué al Centro de Fotografía Contemporánea de Bilbao sin referentes. Creyendo que el bombardeo de imágenes que explotaban a mi alrededor a diario y el manejo técnico de mi flamante cámara eran suficientes para ser algo parecido a un fotógrafo. El golpe fue fulminante. Ricky Dávila me sumergió de lleno en la Historia de la Fotografía y, de pronto, todo lo que había conocido o hecho hasta el momento se volvió insignificante. Llegué al CFC buscando mejorar mi técnica fotográfica, y acabé buscándome a mí misma y el espacio que quería, o podía, ocupar en un mundo ferozmente abarrotado y fascinante.
Diletante. Ricky me lo llamó muchas veces a lo largo del Master de Fotografía de Autor que he realizado el último año bajo su tutela, sin saber _o muy posiblemente sabiéndolo_ que no era una cuestión de diletancia, sino de un miedo atroz a enfrentarme a mi archivo y, sobre todo, a enseñarlo. Finalmente, contra todo pronóstico, lo hice y conseguí conjugar y conjurar poemas y fotografías en un trabajo, «A pesar de la lluvia», que habla de algo tan básico y tan complejo como la vida y la muerte.
Ahora, en el V Aniversario del Centro, mi trabajo aparece junto al de otros compañeros a los que admiro _lo mejor de la Fotografía siempre son las personas con las que la compartes_, en la revista Contratiempo y no puedo estar más feliz. Os invito a leerla y a soñar con la Fotografía, como lo he hecho yo. Gracias. Soñemos.
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