Lo has visto tantas veces en revistas, documentales... que crees que será simplemente un lugar famoso más en la lista, otra muesca en la culata, otra banderita en el mapa... Pero cuando llegas a Machu Picchu, nada de lo que has podido ver en imágenes, o nada de lo que hayas podido pensar, es suficiente.
Levantarse a las 4 de la madrugada y hacer frente al soroche para escalar el Waina Picchu, con agujetas de haber subido a Pisac el día anterior, se hizo duro, durísimo, tanto que acabé el día con fiebre y vomitona en la cama, y aún así lo volvería hacer una y mil veces...
28/8/08
machu picchu [viajes]
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