Sábado. Un café de media tarde. Un paseo. Unos vinos. Una cena informal. Un cóctel en un bar de esos que huelen a puro, ponen boxeo por la tele y la media de edad ronda los cincuenta. Pero que tiene la música suave y se puede hablar... seguir hablando... continuar con la conversación que se inció en el café, continuó en el paseo, siguió durante la ronda de vinos y se alargó durante la cena. ¿De qué hablamos? Después de un día juntos, después de casi ocho años... Lo pienso y de verdad no sé de qué hablamos, pero sé que el día de ayer fue tranquilo y feliz, y que vivo contando las horas que faltan para que comience de nuevo el fin de semana y pueda seguir hablando con él...
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2 comentarios:
Bellos esos reencuentros tras tanto tiempo,tantas vidas que han cambiado y han pasado y parece que fue ayer..
Besos miles sora. que te quiero, no lo olvides.
Merchita
Merchita, yo si que te quiero! A ver si hablamos, que te tengo abandoná! :)
Bebita, gracias por tu visita!
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