Estás en medio de la vorágine de la vida, cuando la borrachera está en su punto más álgido. Giras y giras, fascinada por las luces, la música y las ondas de tu vestido nuevo. En cada nuevo giro te encuentras con sus ojos y sonríes, cada vez más alto, a carcajadas. Sientes la felicidad burbujeando en la boca de tu estómago. Olvidas tu edad, tu origen y tu destino. Sólo disfrutas del momento. Sólo eso.
Pero la vida avanza mientras tú giras, y te pasa por encima de pronto. Y tu sonrisa se convierte en una mueca y tu última carcajada se ahoga en tu garganta. La responsabilidad una vez más te apresa. Y tienes que ser fuerte. Y valiente... Y tienes miedo. Así que comienzas por respirar y concentrarte en no salir corriendo.
Respiras una vez más y tomas las riendas. De pronto tu edad te cae encima como una losa y haces lo que tienes que hacer. Y no tiemblas. No lloras. No huyes. Haces lo que tienes que hacer... aunque estés muerta de miedo.
4 comentarios:
Miedo nunca guapa, siempre mirando hacia delante y pensando que te puedes comer el mundo aunque haya días que el mundo te coma a ti, pero juntos, de la mano, todo es posible. Guapaaaaaaaaaaaaa. Merchita
Lo que tenemos que hacer debería ser siempre lo que queremos hacer... Mil besos!!
Dicen que tener miedo es bueno, que significa que tenemos algo que perder... Gracias a las dos por estar al otro lado.
Jo Asun qué bonito, el otro día hablamos de eso, te acuerdas?? las responsabilidades...que se lo digan a Juan, je,je. Espero que por el momento ese miedo se haya ido...Un beso.Sofia
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