esa otra que soy yoesa otra que soy yo

22/2/13

papel en blanco [mis cosas]

Me gusta escribir. Estoy acostumbrada a enfrentarme al papel en blanco. Sé lo que cuesta, lo que duele y lo que se siente al vencer el vacío. Conozco el miedo. Ahora, por primera vez en mucho tiempo, es mi propia vida la que está por escribir. Y ni siquiera encuentro un bolígrafo que escriba.

Nos han enseñado a definirnos por nuestro trabajo. Llevo 10 años en el mismo sector. 9 en la misma empresa. 5 gestionando proyectos y equipos de trabajo. Sé quién soy. Asun, 31 años, jefe de equipo en una consultoría informática. 

Reuniones de trabajo interminables, viajes, hoteles, quebraderos de cabeza, proyectos que no salen, clientes que se pierden, la vida sobre 8 centímetros de tacón y mucha prisa. Maquillaje caro para disfrazar mi yo cada lunes. Y siempre esas ganas de huir...

He apretado los dientes demasiadas veces. Tanto he renegado del gris de los días de oficina, del humo vendido en botellas de colores, de esta coraza hecha tan a mi medida... Que sin darme cuenta había hecho esa coraza parte de mí... Que sin ella me siento ahora vulnerable y perdida.

No sé quién soy. Sé quién era. Ahora sólo soy un papel en blanco y mucho miedo. Por suerte, me gusta escribir.

4 comentarios:

Oskar dijo...

Probablemente, si uno rasca con la uña del meñique el gris que recubre la asquerosa y vil rutina, uno se dará cuenta de que todavía queda mucho de lo que se era y, lo que es más importante, lo que se quería ser y se dejó pasar.

Quizás es el momento de retomarlo... total, ya que no tenemos el rasca, lo mismo tenemos el gana por sentado.

Haz lo que siempre has querido hacer y nunca has podido porque no te han dejado el resto de personajes de la farsa de oficinas y ordenadores!!! aprovecha ahora que puedes!!



lw dijo...

Mirate al espejo. ¿ que ves? la misma imagen de siempre, tan solo que ahora llevas un disfraz nuevo. Sigues siendo tu.

esaotra dijo...

Muchísimas gracias a los dos por las palabras... Y por leerme, claro :)

Tahúr Manco dijo...

La rutina es una cárcel de oro y marfil, un arma de doble filo. Aporta cierta seguridad, y mantener ciertas rutinas ayuda mucho en la productividad personal. Pero también pueden asfixiar el espíritu y destruir la creatividad.

No dejes que tu identidad se defina por tu trabajo. Somos (tú, yo, todos) mucho más que eso. Eres lo que escribes, lo que tuiteas, lo que compartes con tus amigos.

Es duro, lo sé, pero podrás encontrarte a ti misma