tanto que se nos han desgastado las metáforas,
sólo nos queda el cansancio.
El desencanto se ha mudado a la ciudad,
caminamos con prisa, sin mirarnos,
como si supiéramos a dónde vamos.
Guerras, enfermedades, paro,
desahucios, primas de riesgo, desfalcos,
hambre, violaciones, miedo,
morimos un poco con cada telediario.
Regamos la fe por si vuelve a crecer,
como quien combate la soledad
encendiendo la radio.
Y de pronto, en la inmensidad del espacio,
se enciende una luz, resucitamos,
una foto en blanco y negro nos recuerda
que podemos seguir soñando.
2 comentarios:
Precioso, maravilloso final.
que hermoso
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