esa otra que soy yoesa otra que soy yo

9/1/13

instrucciones de uso [mi actualidad]

La noticia seleccionada y comentada para esta madrugada, a partir de las 01:00h en La Noche Despierta de Radio Euskadi.

Una madre le regala un iPhone a su hijo de trece años y le pone 18 condiciones

Greg Hoffman consiguió su regalo, pero lo que no esperaba es que su iPhone viniese acompañado de una ristra de condiciones. “Por favor, lee el siguiente contrato. Espero que entiendas que mi trabajo es convertirte en un hombre equilibrado y que puede convivir con la tecnología”.

[Fuente: http://www.vanguardia.com/actualidad/mundo/190577-madre-regala-un-iphone-a-su-hijo-de-trece-anos-y-le-pone-18-condiciones]

Será que la saturación de política _o lo que sea eso que hacen hoy en día los partidos políticos_, crisis y desgracias hace que ponga el foco en otros lugares. O será que me la ha enviado un amigo. Pero hoy me he descubierto a mí misma leyendo la típica noticia que nunca leería. Vayan por delante de mí siempre mis prejuicios.

Típica anécdota de un adolescente yankee, una de esas noticias que siempre me suenan demasiado lejanas, demasiado superficiales, y que siempre paso de largo. Percepción selectiva en el caos de información del día a día. Pero la he comenzado a leer y me ha sorprendido. Y es una sensación incomparable sorprenderse en estos tiempos. Y de pronto me he encontrado reflexionando sobre ello, sobre los consejos que esa madre da a su hijo al entregarle un móvil, sobre el uso y las normas que le ponemos _o que no le ponemos_ a la tecnología. Y que algo nos haga reflexionar también está muy cotizado últimamente.

Será que mi madre siempre me ha querido bien y me ha educado lo mejor que ha podido _la exonero desde aquí de cualquier culpa de este desastre en el que yo sola me he convertido_, pero nunca se ha sentado a darme consejos sobre la vida. Y aún menos por escrito y de este calado. Ni idea tengo de cómo esto ha llegado a los periódicos y si será real, pero lo que sí creo es que se nos olvidan muchas de las cosas que se recogen en esos consejos.

Hace tiempo que la tecnología va por delante de nosotros. Muy cerca de mí tengo ejemplos, y seguro que no soy la única, de cómo la tecnología ha irrumpido en nuestras vidas sin que ejerzamos en muchos casos ningún control sobre ella y, lo que es peor, sin hacer ningún tipo de reflexión sobre su uso.

Móviles entregados a adolescentes, e incluso a niños, sin ninguna pauta ni control, pero "así le tengo localizado, es más seguro". Internet con toda su grandeza y su peligro, en manos de cualquier chaval con ordenador en casa y unos padres con poca conciencia tecnológica y con menos conocimiento aún para poder aplicar un mínimo de seguridad sobre los contenidos a los que acceden sus hijos...

Y en la otra esquina del cuadrilátero, en oposición a los permisivos, a los "inconscientes" _por dejadez, por desconocimiento o por falta de criterio_ los talibanes del teléfono. Los del eterno "no uses el móvil mientras estás en la mesa". Aunque estés registrando algo en él para que tu memoria voluble no lo disuelva, y sigas prestando atención mientras tanto. Aunque sean incapaces de iniciar una conversación lo suficientemente interesante como para evitar que estés fotografiando el plato o compartiendo con alquien que está quizá a kilómetros de distancia, pero que está más interesado en hablar contigo que en hacerte reproches.

A mi estos siempre me recuerdan a mi abuela con su "al que come y canta, un sentido le falta". A mí, que siempre me ha gustado cantar cuando estoy contenta, incluso aunque lo haga mal, incluso aunque esté comiendo. De momento, nunca he muerto atragantada.

Es curioso que la tecnología, como pasa con casi todo en esta vida, se puede convertir en una herramienta o en un arma, en función de quién la empuñe. Todo, en su justa medida, y con criterio, nos hace crecer. Nos debemos acostumbrar a convivir con la tecnología. Acotarla. Ponerle normas y, como siempre, saltárnoslas en pro de algo mejor. Adaptarnos al momento. Evolucionar, al final, iba de esto, creo.

Todos los consejos son dignos de leer, pero me quedo con dos, que me parecen sabiduría en bruto:

17. Mantén los ojos abiertos. Mira el mundo que pasa a tu alrededor. Mira por las ventanas. Escucha a los pájaros. Da paseos. Habla con desconocidos. Pregúntate sin usar Google .

15. Descarga música nueva o vieja o diferente de la que escuchan millones de personas al mismo tiempo. Tu generación tiene acceso a más canciones que nunca nadie ha tenido opción antes. Disfruta la ventaja. Expande tus horizontes.

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