Ni un minuto para escribir lo que no puedes decir;
ni un segundo para reflexionar lo que no debes pensar;
ni un instante para enterrar lo que no quieres enseñar.
Corriendo.
Corriendo.
Con la prisa pisándote los talones,
con la vida robándote los sueños.
Y aún así, sigue,
anda,
corre,
vuela,
no pares,
no le des tregua,
que no puedan contigo nunca
ni la vida ni sus urgencias.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Efectivamente, que no pueda con nosotros ni la vida ni sus urgencias.
Gracias
Publicar un comentario