En la medida de tu presencia va transcurriendo mi tiempo.
Los abrazos son las horas,
las caricias el minutero,
y con tus besos va pasando el segundero.
Sin ti, muerto se queda mi cuerpo,
como una marioneta sin hilos,
como una cometa sin aire,
como un pájaro sin cielo.
Y ya no hay, si tú te vas,
ni caricias, ni abrazos, ni besos,
ni modo de contar el tiempo;
y transcurre así, el tiempo, sin ser contado,
desgraciadamente lento y largo,
esperando de tus horas el regreso.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario