Todo es una farsa.
Vivo en la constante mentira;
pero ya desde mi infancia.
Tenemos 5 sentidos, me dijeron,
y un corazón para amar.
Me lo dibujaron precioso y rojo.
Luego descubrí que en el corazón
también cabía el odio.
Y que era un órgano rojo, sí,
pero feo y viscoso.
Lleno de venas y de nombres extraños.
En nada parecido a aquel dibujo precioso.
También me dijeron
que el mundo era bello;
que Dios, en 7 días, lo había creado.
Y que creó a Adán
y a Eva, de su costilla.
Y que todo era Paz y alegría.
Luego aprendí que todo comenzó
con un big-bang gigante
y que después surgimos, hijos de los primates.
Y Dios y el corazón
dejaron de ser grandes
en mi interior.
Ahora muchos me llaman
excéntrica, atea y escéptica.
Palabras bastante feas.
Pero no es mi culpa.
Alguien me debió advertir
que vivir es mentir.
Yo siempre con mi verdad por delante;
y delante de mí siempre mentiras.
Quizá mañana descubra, al despertarme,
que tampoco es esto verdad,
que nunca existió este instante.
Que todo esto es el espejismo
de alguien que, dormido, me soñó,
y que me hará morir, al despertarse...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
todo un placer leerte, y llegar algo más cerca de una hermana de poesía...
de tus callejuelas me llevo mi recuerdo.
besos
El placer es mío, apenas he tenido tiempo para leerte pero ya he fichado tu blog!
Publicar un comentario