Pasa la gris ciudad ante mis ojos
con la cadencia tenue
de un tren que comienza a partir.
Llega hasta mis oídos
el sonido hermético
de algún corazón que se cierra.
Como en mi se cierra la primavera.
Mi pena es una ciudad
gris y hermética
a la que nunca llegó el verano.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario